Un Poco Retorcido

Capitulo Cuatro 

"Relájate, hombre", dijo Christian, dejándose caer en el asiento a su 
lado.

"¿Qué quieres decir?", Shawn dijo, mirando alrededor del aula antes de mirar a sus manos.

"Tú estás tenso como el infierno. ¿Estás nervioso por tus 
calificaciones? ¿No dijiste que hablaste con Rutledge y lo convenciste de que te diera una segunda oportunidad?"

"Si, lo hice. Él no me reprobó aún - Me acabo de enterar que me dio 
una D." Y Dios, había sido un gran alivio. Shawn no creía nunca haber estado tan feliz por recibir una D.

"Felicidades", dijo Christian con una sonrisa, dándole palmaditas en la espalda. "Todavía me sorprende que te las arreglaste para convencerlo".

Shawn cuidadosamente evitó los ojos de su amigo.

"Hablando del diablo," Christian murmuró.

El silencio instantáneo que cayó sobre el aula era casi divertido. Casi.

Shawn echó un vistazo a la alta figura de Rutledge antes de dejar caer su mirada.

"Las calificaciones de mitad de período fueron ingresadas," dijo 
Rutledge, sin preámbulos. "Informé las notas de treinta y ocho estudiantes cuyas calificaciones fueron inferiores a C. - Los informes fueron enviados a la Oficina del Secretario, quien las distribuyó a cada estudiante." Hizo una pausa. "Si tienen alguna duda, pregunten."

Silencio. 

Un tipo levantó la mano.

"¿Sí, señor Taylor?", dijo Rutledge, caminando hacia el estudiante.

Shawn no miró; él sólo lo veía en su visión periférica.

"No lo entiendo", Taylor dijo. "¡Tengo una F , y al parecer eso es todo! ¿Ni siquiera puedo mejorar mi nota? En todas las demás clases, las calificaciones de mitad de período no afectan nuestro GPA(3). Ellas existen, más o menos, para decirnos dónde estamos en la clase, y si tenemos o no que trabajar más duro, pero al parecer, no en su clase. - ¡yo no lo entiendo!"

Shawn se encogió.

"Pobre chico," Christian murmuró.

Hubo una pausa.

"Sr. Taylor," Rutledge dijo por fin, su voz peligrosamente suave. 
"¿Has leído el plan de estudios?" 

"Bueno, sí, seguro." Taylor parecía cualquier cosa menos seguro. 

"Si usted leyera el plan de estudios, sabría que en mi clase las notas de medio término sí afectan sus calificaciones finales. En otras palabras, si usted recibe una calificación de mitad de período desaprobada, usted no conseguirá una nota final aprobatoria. Sin excepciones."

"¡Pero no es justo!", dijo Taylor. "¡Así no es como se hacen las cosas!"

"Así es como se hacen las cosas en mi clase." De ser posible, la voz de Rutledge se hizo aún más suave. "Yo no pasaré a un estudiante que tenga un récord de asistencia pésimo para la mitad del periodo y falló en entregar sus tareas o las entregó con demora. Si usted leyera el plan de estudios, como yo les he dicho a todos que hicieran en el primer día del ciclo, usted no estaría en esta situación. Puede dar las gracias sólo a sí mismo. ¿Tiene otras preguntas? ¿Preguntas inteligentes?"

"No," Taylor se quejó.

"Ahora ¿estamos listos con esto, o alguien más quiere perder mi 
tiempo con preguntas sin sentido de las que se supone que deben saber las respuestas?"

El silencio era casi sobrenatural. Nadie se atrevió a respirar.

"Bien." Rutledge volvió a su escritorio.

"Wow," susurró Christian, apenas audible. "¿Qué se le metió por el 
culo y murió allí dentro?" 

Probablemente el enojo de que no pudiera reprobarme, pensó Shawn.

Su piel se erizó. Miró hacia arriba y encontró a Rutledge dándole una mirada de tal odio que hizo que se sienta como si estuviera siendo repelido de la habitación. Shawn levantó la barbilla y le miró a los ojos con firmeza.

En serio, ¿cuál era el problema del tipo? No era como si él hubiera forzado a Rutledge a poner su polla en la boca de su estudiante.

El pensamiento - el recuerdo hizo a Shawn sonrojarse y removerse 
en su asiento incómodamente. Mirando al rostro de piedra de Rutledge, era difícil creer que realmente había sucedido. 
Pero sucedió.

Shawn miró las manos de Rutledge - agarrando su cara mientras Rutledge empujaba su polla dentro de su boca - Shawn pasó la lengua por sus labios, su piel incómodamente caliente, y fijó su mirada en el frente. 
No pensaría en ello. 
Él no lo haría.

Había pensado que podría poner el incidente fuera de su mente. 
Había pensado que Rutledge solo lo ignoraría después del incidente. 
Se había equivocado en ambos casos. 
Shawn suspiró y miró melancólicamente a la tarea delante de él.

Rutledge había sido increíblemente difícil en los últimos días, dándole tareas brutalmente difíciles y constantemente regañándolo delante de todos cuando Shawn fallaba en completarlas para satisfacción de Rutledge.

"¿Terminó, Wyatt?", dijo una fría voz familiar, y Shawn se tensó. 
Echó un vistazo a Christian a su izquierda, pero su amigo miró el libro delante de él con interés exagerado. Traidor.

"Voy a terminar pronto", Shawn mintió. Él se puso rígido cuando 
Rutledge puso una mano sobre su escritorio y se inclinó a mirar el papel en blanco delante de él. 

"Ya veo", Rutledge dijo.

Shawn volvió la cabeza para mirarlo y se sorprendió por lo cerca que estaba el rostro del otro hombre. A pulgadas de distancia. Los ojos oscuros se clavaron en los suyos por un momento antes de que los labios de su dueño se retorcieran burlonamente. Rutledge se irguió en toda su impresionante altura y dijo: "Su tarea debe estar lista en diez minutos, Wyatt".

"Pero usted dijo-"

"Diez minutos" Rutledge repitió con una voz que decía claramente que no iba a aceptar ninguna discusión.

Se alejó, y Shawn se quedó mirándole la espalda. 
Él regresó su mirada al papel delante suyo y lo miró sombríamente.

No era justo. ¿Cómo se suponía que iba a completar esta tarea en tan poco tiempo? Las preguntas eran ridículamente difíciles y dudosamente reflejaban lo que habían aprendido en clase. ¿Por qué no podría el pendejo dejarlo en paz? Se sentía como si Rutledge estaba decidido a hacer de su vida un infierno - y estaba teniendo éxito.

Shawn frunció el ceño, tratando de mantener su temperamento bajo control y fallando. Estaba cansado, privado de sueño, con hambre y enojado - nunca una buena combinación.

Más tarde, él culparía de todo a su falta de sueño. Él culparía a su falta de sueño por escribir lo que él nunca habría escrito si no hubiera estado tan malditamente cansado, hambriento y enojado.

Shawn entregó su tarea exactamente diez minutos más tarde y regresó a su escritorio. Él no estaba siquiera a medio camino de su escritorio cuando Rutledge dijo, con voz muy suave, "Sr. Wyatt, a mi oficina después de sus clases".

Con la boca reseca, Shawn asintió. Idiota, se dijo a sí mismo. No debería haber dejado que su 
temperamento se llevara lo mejor de él.

* * *

Cuando sus clases habían terminado, Shawn se dirigió a la oficina de Rutledge, según lo ordenado.

Tomando una profunda respiración, él llamó a la familiar puerta.

"Entre."

Shawn entró y cerró la puerta con cuidado. 
Luego caminó hacia el escritorio de Rutledge.

"¿Y bien?", dijo, cruzando los brazos sobre el pecho.

Lentamente, Rutledge miró hacia arriba. La expresión de su rostro era positivamente de piedra mientras movía un pedazo de papel hacia Shawn - la tarea que él había entregado. "¿Cuál es el significado de esto?"

Shawn cogió el papel y volvió a leer la única oración escrita allí, como si no supiera lo que decía. 
¿Quieres reprobarme así no tendré más remedio que chupar tu polla de nuevo?

Interiormente, Shawn se encogía un poco. No podía creer que había perdido los estribos y en realidad escrito eso.

Pero en voz alta, dijo: "¿No sabe leer, señor?" Hace sólo unos días, él no se habría atrevido a utilizar este tono engreído con Rutledge, pero al parecer, haber tenido la polla del tío en su boca hizo maravillas.

Rutledge se paró y caminó hacia él.

Él se detuvo sólo a unas pocas pulgadas de distancia. 
Shawn no se movió, negándose a dejarse intimidar.

"Puedo tenerlo expulsado por esto", dijo Rutledge.

"Claro, pero se conseguiría el despido y su carrera dañada cuando todo el mundo se enterara de que negocia calificaciones por sexo".

Rutledge lo agarró del cuello. "Pedazo de mierda." Su mano se apretó en su garganta. "¿Estás amenazándome?"

"No," Shawn graznó. "Yo realmente no disfruto de ser intimidado. Yo no le obligué a empujar su polla en mi boca, Profesor".

Las fosas nasales de Rutledge se encendieron. Él no dijo nada, los 
músculos de su mandíbula trabajando.

"En serio, ¿cuál es su problema conmigo?", dijo Shawn, luchando por respirar a través de la presión del agarre de Rutledge. "No puedo ser el único estudiante que utilizó. No estoy orgulloso de lo que hice, pero fue un trato justo: ambos obtuvimos algo de ello. ¿Por qué estás siempre encima mío?"

"Nunca cambié notas por sexo", Rutledge dijo entre dientes. "Tú eres la única excepción."

Shawn parpadeó. "¿Qué? Pero yo he oído -"

"Sí, tengo ofertas todo el tiempo, pero reporto a cualquiera que es tan estúpido como para sugerirlo abiertamente. ¿Me veo como alguien que cambiaría notas por cualquier cosa, Wyatt?"

Bueno no. Esa era la razón por la cual Shawn había tenido problemas para creerlo cuando Christian le había dicho el rumor.

"Pero entonces..." Shawn estudió a Rutledge. "Entonces, ¿qué hay de 
mí? ¿Por qué yo?"

El silencio se prolongó. Y se prolongó. Y se prolongó un poco más.

Oh.

Shawn se pasó la lengua por los labios. "Usted me quiere." Él dejó escapar una incierta risita. "Guau. Estoy - estoy algo así como halagado, supongo".

Rutledge lo fulminó con la mirada, su agarre apretándose en la 
garganta de Shawn. "Es sólo lujuria, nada más. Yo no le daré un tratamiento especial".

"Ya está rofesor. Ha sido un completo idiota últimamente - incluso más de lo que normalmente es."

Shawn le sostuvo la mirada. "Seamos honestos, hombre. Yo necesitaba no reprobar su clase, por lo que se la he chupado. Yo no le obligué a aceptar mi oferta. Usted quería su polla chupada y obtuvo lo que quería. No es mi culpa que no pudiera resistirlo. Y es seguro como el infierno que no es mi culpa que lo excite. Así que por favor deje de agarrárselas conmigo. Lo entiendo: usted está sexualmente frustrado, pero vaya a masturbarse, o fóllese a alguien-"

"No lo creo", dijo Rutledge, en voz muy baja.

A Shawn no le gustó el brillo en sus ojos. "¿Qué?"

"Yo siempre consigo lo que quiero", dijo Rutledge, su tono suave en desacuerdo con el agarre duro en la garganta de Shawn. Probablemente habría hematomas. "Si quiero tu boca, voy a conseguir tu boca, no la de alguien más. Ponte de rodillas."

Shawn se le quedó mirando. ¿Hablaba este hombre enserio? 
"Yo no lo creo, Profesor," él dijo igualmente suave. "Tú eres el que quiere su polla chupada. Yo soy heterosexual. ¿Qué hay en esto para mí?"

Los ojos de Rutledge se estrecharon. "No voy a repetir mi error otra vez. Va a tener que trabajar por su nota final como todos los demás. No le voy a dar una calificación que no se merece".

"Entonces, todo apunta a que será la primera vez en que no 
conseguirá lo que quiere. Señor. Déjeme ir. Ahora."

Rutledge no lo soltó, su mirada evaluándolo. "Dos mil", dijo.

Shawn frunció el ceño. "¿Qué?"

"Dos mil dólares al mes." Shawn se rió, incrédulo, al límite. "Tiene que estar bromeando conmigo. No soy una puta". Rutledge enarcó las cejas.

Shawn frunció el ceño, aunque sintió que sus mejillas se calentaban. 
"Es diferente."

"¿Cómo es diferente?" Los labios de Rutledge torcidos, pero Shawn nunca lo llamaría una sonrisa. "En realidad es mucho más honesto y directo que prostituirse a sí mismo por una nota. Necesita dinero, Wyatt".

"¿Cómo sabe eso?", Shawn dijo bruscamente.

"Tengo ojos. La mayor parte de sus ropas están gastadas y viejas."

El tono de Rutledge lo daba por hecho, aun así, Shawn de repente se sintió muy consciente de la humildad de su apariencia en comparación con el traje impecable de Rutledge. "¿No tiene mejores cosas que hacer que estudiar la ropa de sus estudiantes?"

Rutledge acarició con el pulgar el pulso en el cuello de Shawn. "Dos mil al mes solo por chuparme la polla. Piense en ello, Wyatt."

Shawn no quería pensar en ello. Quería reírse en la cara de Rutledge y salir, pero... Pero. 
Pensó en la nevera y armarios vacíos en casa. Pensó en la renta, que vencía la próxima semana. Pensó en el invierno que vendría pronto - y en las facturas de calefacción. Pensó en el salario de la señora Hawkins. Pensó en el hecho de que apenas veía a Emily y a Bee, porque tenía que trabajar en dos empleos y aun así apenas arañaban la vida.

Él fue tentado. Jodido infierno, él fue tentado. No lo hacía 
exactamente sentirse orgulloso, Rutledge tenía razón: necesitaba dinero y él no estaba en condiciones de ponerse exigente con el origen del dinero.

"Tres mil", dijo Shawn. Si iba a prostituirse a sí mismo, él no iba a ser barato. Rutledge no estaba casado, tenía un trabajo acomodado y había publicado varios libros galardonados. Él fácilmente podría permitírselo.

Rutledge resopló. "No puede estar hablando en serio. Puedo 
encontrar cincuenta putas por ese dinero".

"Estoy seguro de que puede. Pero me quiere a mí. Y yo no soy una 
puta".

"Podrías haberme engañado."

Shawn ignoró la provocación y dijo en voz baja, mirando Rutledge a los ojos, "No es como que no pueda permitírselo. Tres grandes por follar mi boca cada vez que quiera".

Las fosas nasales de Rutledge aletearon. Su rostro era difícil de leer, pero el hambre en ellos mientras miraba los labios de Shawn era más difícil de ocultar. Hizo a Shawn sentirse raro. Él era heterosexual, pero era lo suficientemente honesto consigo mismo para admitir que era halagador como el infierno que este hombre - este poderoso hombre al que todo el mundo temía y respetaba lo deseara tanto a él.

"¿Cada vez que quiera?", dijo Rutledge, levantando la mirada a los ojos de Shawn.

Después de un momento de vacilación, Shawn asintió. ¿Con qué frecuencia podría Rutledge reclamar que él lo hiciera? Probablemente un par de veces a la semana, a lo sumo. Como unas diez veces al mes. Y él obtendría tres mil dólares por eso. Sería capaz de dejar uno de sus empleos y pasar más tiempo con las niñas. 
Merecería la pena.

"Muy bien", dijo Rutledge, soltando su garganta. Volvió a su silla y miró a Shawn. "¿Qué está esperando, Wyatt?"

Shawn tragó saliva y miró hacia el impresionante bulto en los 
pantalones del hombre. Podría totalmente hacerlo. Tan sólo diez veces al mes y tres mil dólares por sus molestias. Ya había chupado la polla de Rutledge una vez y no era repugnante ni nada. Podría hacerlo. 
Shawn cerró la puerta y luego cayó de rodillas delante del profesor más odiado de la escuela.

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Promedio general