Save The Date



Capítulo 1

Realmente estoy aquí. Randall miró a los chicos que se encontraban por delante de ellos, esperando para entrar al bar, y tuvo que recordarse a sí mismo que había pasado casi 
una década desde que él y sus amigos estaban muy temerosos de usar identificaciones falsas para obtener el pase al emblemático
Club gay de Portland. Ahora, él tenía todo el derecho a estar aquí, además en todo derecho el comerse con los ojos al Dios musculoso que estaba delante de ellos - cabello castaño claro, ajustados jeans y camiseta negra y bíceps enormes. Justo el tipo de papacito que se perdió en sus años en la Universidad Tecnología de Michigan y en las selvas de la península superior.

Con apenas siete mil residentes, Houghton apenas era tolerante con la comunidad gay, y nada en el campus había sido tan apetitoso como el tipo delante de ellos. Randall no 
era exactamente el tipo que buscaba una escena -de North Woods o no- pero tal vez esta noche… 

—Él es caliente— anuncio Autumn en una voz un 
poco demasiado ruidosa, al mismo tiempo que el Dios musculoso pagó la cuota y entró al bar. Dios, Randall esperaba que el tipo no hubiese oído a su hermana.

Y bueno, sí, ella tenía razón, pero esta noche no se trataba sobre lo que Randall quería. 
Definitivamente no era sobre alguna precipitada imagen mental que involucraba a esos tonificados bíceps y la lengua de Randall y qué otra cosa en el tipo podría estar bien tonificado. 
Esta noche se suponía que trataría sobre su hermana y su despedida de soltera, no sobre sus tan esperadas exploraciones. Y mantenerla a raya ya era bastante desafío. Unas copas previas, luego bebidas en el show de Drags de al lado, ahora más bebidas en un club. Randall intercambió una mirada con Krissy, la amiga de Autumn. Él sólo se había reunido con ella una o dos veces, ya que ella y Autumn se hicieron amigas mucho después de que Autumn saliera de casa, pero hasta el momento ella se estaba convirtiendo en una buena aliada. Al igual que él, ella no bebía, lo que significaba que no sería el único que discutiría con su hermana borracha al final de la noche. —¿De verdad nunca has estado aquí? — Krissy le preguntó, esquivando los intentos de su novia June de arrastrarla a un improvisado y algo torcido paso de baile justo allí en la acera —Yo habría pensado que por ahora... —Ha estado ocupado— Autumn interrumpió,haciendo comillas en el aire. —Tenemos que ayudarlo— dijo June en un tono demasiado serio —Si Randall no le interesa esto de las drags Queens en Darcelle’s1, siempre podemos encontrarle a alguien aquí. Un hombre grande, fuerte del tipo leñador,quizás. —Apuesto por alguien más como el tipo que acaba de entrar— reflexionó Autumn. —Estoy aquí, saben— el hombro de Randall tocó a su hermana suavemente, enviándola hacia June —Y aunque me alegra que ustedes cuatro se estén divirtiendo a costa mía, lo drag realmente no es mi tipo. Tampoco lo es el leñador. Músculos, sí; franela, no. —Entonces la cara de una estrella de cine, el cuerpo de un campeón de la Copa del Mundo, la voz de un dios del rock, y el cerebro de Alan Turing2. Lo tengo. Exactamente. Y Randall sabía por completo que unos estándares como esos eran en parte culpables del porqué su vida social había estado paralizada en Michigan. —Si me ves siendo seducido por alguien así, te perdonaré por haber planeado tu propia despedida de soltera. —Si alguien así te está ligando, regresaré y te recogeré por la mañana— el hombro de Autumn le devolvió el toque —Sólo quiero verte disfrutar por una vez en la vida,hermanito. Ya es hora de que te alejes del trabajo. Demasiada física pudre tu cerebro. —Einstein estaría en desacuerdo. —Dudo que él esté aquí esta noche. —Oh, cállate— Randall miró las alegres banderas del arcoíris colgando sobre la entrada, ingeniosamente iluminada contra el fondo oscuro del edificio.Por dentro, estaba ruidoso, abarrotado y lleno de hombres que vestían considerablemente menos ropa que Randall. Más o menos exactamente como siempre se imaginó un lugar como este. Autumn agarró una mesa vacía cerca de la pista de baile y mandó a June al bar para una ronda de los cócteles especiales de los miércoles. Randall se quedó sentado con Krissy y su hermana mayor, y tratando de no parecer como si sus ojos fueran a salirse de su cabeza. —Estás babeando— bromeó Autumn. Tuvo que gritar para ser escuchada sobre la música —¿Ves algo bueno? Había muchas cosas buenas en la pista de baile, definitivamente en la misma liga del tipo musculoso de la fila, pero Randall se encogió de hombros sin comprometerse. Vivir en Portland seguía siendo un choque cultural después de Michigan. Y aunque Portland había sido la ciudad más grande y cercana a la pequeña ciudad donde Randall y Autumn crecieron, todavía se sentía extraño andar de bar en bar aquí como adulto. La mitad de los hombres en la pista lucían atuendos que habrían conseguido que se rieran de ellos en la ciudad de Michigan. —Ten— June dejó un Martini frente a Autumn y una soda en frente de Randall —Krissy y yo iremos a bailar un poco, tengo que sudar mi próximo trago. ¿Quieren unirse a nosotras? Randall sacudió su cabeza. —Preferiría mirar un poco. Varias historias largas y divagantes de Autumn después, todo sobre sus escapadas con su futuro esposo, Beau, Randall se deslizó fuera de la mesa y se paró. —¿A bailar? — preguntó Autumn, demasiado ansiosa. —Al baño. —Por allá— señaló hacia el otro lado de la pista de baile—. No te apures al regresar, con algo de suerte, tu señor Sexy está esperando. —SERA MEJOR QUE regrese con mi novio— el joven y adorable cosita con la que Hunter había estado bailando le gritó en el oído. Mierda. No otro esquinazo3. El punto de llegar temprano a Portland era tener tiempo para recorrer los bares gays y encontrar a alguien con quien liberar tensiones. Con suerte, un buen polvo podría ayudarlo a sacudirse la extraña melancolía con la que había estado lidiando estos últimos meses. El chico adorable parecía prometedor, pero tal vez Hunter se había hecho expectativas. Porque, en serio, habían pasado siglos. Seis largos meses desde su último viaje fuera de la base en Huntsville para visitar Atlanta con su amigo Gary. Necesitaba esto antes de enfrentar la boda de su mejor amigo el fin de semana. Necesitaba centrarse en Beau este fin de semana, ser el chico divertido que Beau recordaba, no el bastardo malhumorado en el que se estaba convirtiendo rápidamente. Posiblemente ya lo fuese. Y no tenía que pensar en Gary, quien enfrentaba un futuro incierto en Walter Reed. Una de las tantas cosas que Gary y él habían disfrutado juntos era ir de juerga al centro de Atlanta. Hunter no terminaba de sentirse bien saliendo sin su alero4 favorito. Sin embargo, Gary no era la único que faltaba esta noche, Hunter no estaba ligando como de costumbre. Músculos más lo militar solían ser suficientes para asegurarse de no estar solo, pero mientras esperaba, incluso quería, que Portland tuviera una escena muy diferente a la de Atlanta, tenía mucha confianza en su habilidad para encontrar compañía. Esta noche era su oportunidad de quitarse lo gruñón de su depresión de los últimos meses, y tenía un plan para hacerlo posible probando un poco del sabor local. Estaría contento por cambiar sus habituales conejitos de gimnasio, twinks bronceados con aerosol, charlatanes folladores, por hípsters barbudos, tipos góticos, osos tatuados, y oh sí, los más de unos cuantos tipos con pinta de profesor que había visto aquí. Esos eran los mejores. Significaba que tendría una mejor oportunidad de vivir una cierta fantasía que lo había entretenido durante años, pero que nunca había logrado llevar a cabo. No podía decirlo con certeza, pero esta fantasía probablemente había empezado en la clase de química de décimo grado con la Sra. Barry. Cada cuarto periodo durante todo un semestre, él había tenido erecciones por su compañero de laboratorio, Kenny Furbin. Orejón Kenny con la piel tersa como un vaso de precipitado, una sonrisa tímida que hacía que la sangre de Hunter burbujeara más que un mechero Bunsen, y un cerebro masivo que calculaba mierda más rápido que una vieja moto de motocross en una pendiente en descenso. Tal vez era una cosa de que los polos opuestos se atraen. O quizás era la forma en la que los ojos intensos de Kenny se enfocaban en él como si él, Hunter, fuera el principal problema por resolver y descomponer. Nunca había logrado que Kenny estuviera solo, pero desde que tuvo un enamoramiento por Kenny, había tenido una cosa secreta por los tipos tranquilos e inteligentes. Nunca había logrado rascarse la comezón después de alistarse, aún después de salir, comenzó a explorar más. Pero este fin de semana tenía más tiempo libre y un ambiente nuevo para probar. Y un dolor sordo en la base de su estómago que decía que necesitaba hacer algunos cambios a su rutina habitual o continuar hundiéndose cada vez más profundo en la rutina en la que se había encontrado últimamente. Así que aquí estaba. En Portland. Tierra de lo extravagante y liberal. Y estaba listo. El espacio del salón parecía como si tuviera más potencial para una conversación que la pista de baile. Hunter se metió en la habitación más calmada. —Oh... perdón— un tipo delgado y de aspecto tranquilo con unas gafas hípster de montura gruesa chocó con él lo suficientemente fuerte como para hacer que Hunter retrocediera —No quise... giro equivocado, lo siento. Estaba buscando a mis amigos y me di la vuelta... ahora estoy balbuceando. Perdón de nuevo. Hunter le dio al tipo una segunda mirada, realmente viéndolo esta vez. Cabello oscuro, piel pálida, y ojos color avellana con intrigantes motas verdes. El tipo vestía unos jeans, no de los ceñidos de fiesta, sólo unos Levi’s ordinarios, y una camiseta con algún tipo de molécula en ella. No era un twink, probablemente al final de sus veinte al menos, pero tenía en él una vibra juvenil, casi inocente que a Hunter le excitaba. Él no era lo suficientemente aburrido como para ser profesor, pero absolutamente tenía el tipo nerd que hizo que el motor de Hunter zumbara, así como en el bachillerato5. Hunter mostró su mejor sonrisa de házmelo. No te disculpes— le aseguró al chico —¿Qué te parece si haces que tus amigos esperen por un minuto, déjame invitarte a un trago? —Yo... está bien, pero sólo estoy tomando una soda. Lo siento— el chico tenía un adorable sonrojo que hizo que Hunter recordara a Kenny y en cómo siempre se sonrojaba cuando Hunter le contaba un chiste. Sí, señor, la noche de Hunter estaba mejorando. —Deja de disculparte. Una soda será— Hunter lo dirigió al bar con una mano en la espalda del tipo. La atmosfera era más tranquila en este espacio más pequeño, y los asientos serían más idóneos para conversar con un tipo que parecía más nervioso que buscando algo. Después de recoger un par de sodas del bartender, se sentaron en una mesa alta. Hunter dijo —Pues soy nuevo en la ciudad. ¿Es este el mejor bar en el área? El tipo se volvió rosa de nuevo. Hunter se estaba convirtiendo rápidamente en un gran bobo por esos sonrojos. —No soy el mejor guía turístico para los bares. Primera vez aquí. Crecí a casi una hora al sur, pero he estado lejos mucho tiempo, y vivo en los suburbios ahora, y... estoy balbuceando de nuevo, ¿cierto? —No me estoy quejando— Hunter tomó un sorbo de su soda. Si el tipo era nuevo en el área también, mucho mejor —¿Novio? —No, no... No. Zumbido. Antes de que Hunter pudiera decir qué esa era una buena noticia, el chico sacó un teléfono vibrante. Parecía como algo sacado de una película de ciencia ficción y era más alimento para la fantasía nerd que Hunter estaba construyendo. —Mierda. Hunter inclinó su cabeza, pero no podía ver la pantalla. —¿Está todo bien? —Sí— el chico hizo una mueca —He sido abandonado, aunque... mi grupo se dirige a Silverado para ver a los bailarines gogó. Ni siquiera estoy seguro de dónde está eso. —Estuve ahí temprano— Hunter puso su mano ligeramente en el brazo del chico —Está muerto esta noche. Probablemente regresen. ¿Qué te parece si pasas un rato conmigo? ¿Baile? —Yo... uh... realmente no bailo— dijo el tipo. —Está bien— Hunter le aseguró —Yo sí. Y no está demasiado abarrotado, lo harás bien. —Supongo que puedo intentarlo— él dejó que Hunter lo guiara hacia la otra parte del bar. Hunter ya había descubierto que tan dispuesto estaba este chico a seguirle sus pasos. Pusieron sus sodas en la pared baja que rodeaba la pista de baile. A Hunter le importaría una mierda si se la quitaban, había pedido una soda porque eso era lo que Adorable-y- Nerd había pedido, y quería que se sintiera cómodo. Llevó al chico a la pista de baile donde una mezcla del club estaba bombeando. Sacar al señor Cerebrito de su concha hizo que Hunter se sintiera relajado y cómodo en su propia piel por primera vez desde su llegada a Portland. Demonios, sostener la mano de este chico se sintió mejor que cualquier otra cosa que hubiera tenido en los últimos meses, para ser honesto. Toda la preocupación e incertidumbre sobre Gary y la pérdida de su encanto se desvanecieron mientras Hunter se dejó llevar por el hechizo de la música y el tímido extraño. El chico era agradable y tomó bien las sugerencias, vacilando sólo momentáneamente antes de seguir los pasos de Hunter. Persuadirlo de hacer cosas sucias podría ser malditamente divertido si la noche se dirigía allí. Hunter no quería otra noche a solas con sus pensamientos. El tipo estaba parado al lado de Hunter, aun sosteniendo su mano, como si no estuviera seguro de qué hacer a continuación. Lo que estaba bien, porque Hunter tenía más que unas cuantas ideas. Se puso detrás del chico para que estuvieran espalda con pecho. El tipo se tensó por un segundo, luego dejo que Hunter lo guiara en un lento balanceo. Oh, sí. Esto podría funcionar bien. Para un tipo delgado, tenía un culo gordo y carnoso, y su cuerpo era cálido y agradablemente relajado contra Hunter. Bien. Le gustaba un hombre que lo dejara guiar. Hizo que el pulso de Hunter se acelerara. Él olía bien también. No como a hierbas extrañas y esencia de pachulí con los que algunos tipos aquí fueron rociados. Este tipo olía a hierba después de una lluvia de primavera y algo más terrenal, el olor masculino que nunca dejó de enloquecer a Hunter. Juraba que su nariz sabía que era gay mucho antes que el resto de él lo supiera. —Lo ves, deja que me mueva— dijo al oído del tipo —Me ocuparé de ti. Sólo sígueme. Lentamente, sus caderas siguieron el ritmo que Hunter había marcado. Hunter lo ayudó poniendo sus manos en los costados del chico, y luego lo dirigió, guiándolo. Una vez que el chico tuvo la idea, Hunter acarició sus costillas a través de su camiseta, y el chico se estremeció. Adorable. Hunter se moría por hacerlo temblar y sonrojarse al hacer mucho más que sentirlo en la pista de baile. Ya había peinado el lugar, y realmente no tenían un cuarto al fondo como algunos de los bares de Atlanta. No, si él quería al señor Cerebrito -y su pene estaba a favor de esa idea- tendría que convencerlo de que fuera con él a su habitación de hotel, que estaba a poca distancia. Había planeado bien esa parte, por lo menos. Pero bailar con él era su propio tipo de placer, y no quería apresurarse. El chico encajaba contra él perfectamente, y dejo escapar un suspiro entrecortado cuando Hunter lo atrajo más cerca, dejándole sentir qué tan duro ponía a Hunter. La canción cambió, pero Hunter mantuvo su largo y lento roce. Poco a poco, el tipo recompensó su paciencia, empujando hacia atrás su culo, alentando las atenciones de Hunter. Su cabeza cayó hacia atrás, contra el hombro de Hunter, y Hunter aprovechó la oportunidad para acariciarle la oreja y el cuello. El tipo era ligeramente más bajo que Hunter, pero la diferencia era suficiente como para permitir que Hunter tuviera un buen ángulo. —Joder— el tipo se estremeció cuando Hunter lamió justo debajo de su oreja. —Oh, sí— Hunter lo hizo de nuevo —Eres locamente caliente, ¿lo sabías? El pecho del tipo se sacudió cuando se puso a reír. —Difícilmente, pero gracias. Bailaron así algunas canciones más, Hunter burlándose de él con más lametones y mordisqueos a lo largo de su cuello y orejas, finalmente colocó una mano debajo de su camiseta para palpar sus cálidos abdominales. —¿Sediento? — Sugirió Hunter mientras la canción cambiaba a un himno de Katy Perry que lo volvía loco — Puedo conseguirte una soda nueva si quieres una. —Um. Gracias— El chico sacó su teléfono en el camino hacia la barra, luego disminuyó la velocidad hasta detenerse —Mierda. Una de las chicas vomitó y están consiguiendo un taxi. Probablemente deba irme. —¿Tiene otros amigos que estén con ella? — preguntó Hunter, cuidadosamente comprensivo. Le gustaba que el tipo estuviera tan atento a sus amigos y se preocupara por algo más que simplemente ligar, pero al mismo tiempo, Hunter realmente no quería perder más tiempo con él tampoco —Me refiero a que no tienes que irte, ¿cierto? —No les seré de mucha ayuda, me temo. Si vuelve a ponerse mal, es probable que me sienta mal también. Sólo me da pena— el tipo se encogió de hombros mientras tipeaba un mensaje de texto. —Sabes— dijo Hunter lentamente —Tengo una habitación de hotel. No muy lejos de aquí. ¿Quieres ir ahí? ¿A pasar el rato? Prometo no tareas de limpieza de vomito. —¿Pasar el rato? — el chico entrecerró los ojos, su expresión escéptica o quizás confusa. Como si nunca hubiera sido seducido antes. —Seguro. Podríamos ver una película o algo. Lo que sea que estés buscando— Hunter mantuvo la voz tranquila. Este era un tipo que parecía agradarle un abordaje más sutil, una excusa para que se soltara —El ambiente aquí se está poniendo algo lamentable, ¿no crees? —¿Qué tipo de películas te gustan? — él preguntó esto como si fuera la máxima prioridad averiguarlo. —Me gustan las cosas del espacio. La exploración de Planetas. Ese tipo de cosas— Hunter no podía decir que fue la última película que vio completa. Había trabajado tantas horas en los últimos meses que la mayoría de las noches se quedó dormido a los diez minutos de un episodio en Netflix. —Puedo lidiar con eso— su asentimiento fue lento, serio, y Hunter reajustó sus expectativas. Tal vez realmente iban a ver una película. Y eso estaba extrañamente bien para él. Tal vez tenía que trabajar por unos besos, pero la perspectiva lo entusiasmó más de lo que debería — ¿Realmente no te importa? Quiero decir, pareces un tipo agradable y todo, pero puedo lidiar con los vómitos si seri... —Divagando de nuevo— Hunter dijo suavemente —Y no, no hay problema en absoluto. Podemos tomar algo para comer en el camino si tú quieres— él envolvió su brazo alrededor de los hombros delgados del tipo, dándole un apretón tranquilizador antes de inclinarse —Me encantaría conocerte mejor. Y desnudo. Definitivamente desnudo. Pero no estaba mintiendo, a él sí que le gustaba el hombre más joven en una cantidad sorprendente, y desenvolverlo, capa por capa, sería un divertido e inesperado reto. El tipo tenía una complejidad en él, que Hunter normalmente no obtenía de un ligue en un bar, que era exactamente lo que había estado esperando. Y si él realmente quería ver una película y hablar, bien por lo menos Hunter no estaría de nuevo a solas y con sus pensamientos o condicionado a encontrar compañeros menos prometedores. Cuando el chico asintió, Hunter hizo un trabajo admirable al suprimir el grito rebelde que quería escaparse. Finalmente. Lo que sea que pasara después, tenía que ser mejor que estar solo con su depresión. 1 N.T.C... Al ser el nombre del establecimiento se deja así. 2 Matemático, criptógrafo, informático teórico, investigador de la inteligencia artificial. Considerado como uno de los padres de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna. Para los fans de Benedict Cumberbatch, él protagonizó una película basada en la vida de este científico, en específico, su importante contribución en el periodo de la Segunda Guerra Mundial. 3 Dejarlo plantado, abandonarlo, despreciarlo, rehuir de una persona. 4 Compinche, amigo inseparable.

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