Demasiado ido como para poder murmurar un ¡Diablos, no!, Dylan llevó una mano hacia atrás y tiró de la cadera de Alec hasta que su polla estuvo enterrada hasta la empuñadura. El pequeño manojo de nervios hambrientos enloqueció nuevamente, como si hubiera estado esperando una eternidad para esta comida en particular, y los párpados de Dylan se cerraron.
Dios, por esto había valido la pena la incomodidad inicial. Tan malditamente la pena.
Con el pecho agitado, mantuvo su mano clavada sobre Alec, presionando sus cuerpos con fuerza mientras Dylan luchaba contra el orgasmo que amenazaba con llegar demasiado pronto.
Ayer por la noche durante su sesión de frotamiento, los dedos traviesos de Alec jugando con el agujero de Dylan habían sido una revelación. Entre la sensación y las palabras de Alec, una imagen de ellos en esta misma posición apareció en el cerebro de Dylan, y al instante había disparado su carga. La fantasía lo había dejado putamente sorprendido.
A través de los años, había disfrutado más de su cuota justa de mamadas y frotamientos uno a uno con una mujer. Sus experiencias pasadas le hicieron más fácil condonar las actividades placenteras de la noche anterior como comprensibles, incluso familiares.
¿Pero esto? Dylan clavó sus dedos en la cadera de Alec, sosteniéndolo cerca. Esto nunca lo había considerado antes.
Dylan se sintió por fin con el control suficiente para gemir las palabras. ─No. Pares. Fóllame.
Alec soltó el aire que parecía estar conteniendo en un silbido, su mano firme sobre la espalda de Dylan.
─Gracias a Dios ─dijo Alec con voz áspera.
Y entonces empezó a follar a Dylan en serio, las delgadas caderas de Alec cavando profundo, profundo, profundo.
Los ojos de Dylan se pusieron en blanco. Abandonando toda pretensión de seguirlos manteniendo juntos, dejó escapar un largo y bajo gemido de apreciación. O de agradecimiento. O de por favor quiero más. No sabía cuál. Y segurísimamente no le importaba. Apretando los nudillos, Dylan se aferró a las sabanas con los puños, ahora sintiéndose tan dilatado, tan abierto que comenzó a suplicar literalmente, lloriqueando una vergonzosa sucesión de palabras a medio formar.
Le gustaba tener a Alec rodeándolo. Por encima de él. Fijándolo a la cama.
Dominándolo.
─Yo... ─Dylan dejó escapar un jadeo.
El sudor se deslizó por sus sienes. La intensidad amenazaba con derribarlo, más grande que cualquier cosa que alguna vez había experimentado antes. Sus rodillas cada vez más temblorosas, esforzándose para mantener la espalda en una posición que siempre proporcionara el ángulo correcto para el máximo de placer. Sus músculos gritaron por alivio. Su cuerpo pedía a gritos la liberación.
Alec agarró a Dylan en respuesta con firmeza, sus caderas impulsándose con un golpe contundente.
Y el orgasmo lo golpeó con una sorprende explosión, despojando a Dylan de lo último de su fuerza, y se desplomó. Alec lo siguió, sosteniéndose en sus brazos y embistiendo el culo de
Dylan mientras él también se corría. Dylan disparó y disparó hasta que pensó que su cerebro había sido licuado y expulsado de su cuerpo. Completamente ido. Absorto en las sábanas.
Nunca podría ser encontrado.
No podía haberse quedado en blanco por más de un segundo o menos, pero bien podría haber sido toda la vida. Cuando Dylan volvió a sus sentidos, sentía como si se hubiera mudado lejos desde hace años y luego trató de regresar a casa... un hogar que había dejado atrás por mucho tiempo y que todo parecía diferente cuando regresó.
El pecho de Alec se presionó contra la espalda de Dylan, sus pieles bañadas en sudor se deslizaban una contra la otra, mientras que ambos luchaban por aspirar el oxígeno suficiente.
─Jesús, Alec ─Dylan dijo con voz ronca─, olvidaste mencionar la parte en la que me siento como si me hubiera atropellado un tráiler. Un muy grande camión tráiler. ─Se mordió la mejilla, esperando no sonar como una completa zorra─. ¿Cuándo podemos hacerlo de nuevo?
Sintió la sonrisa de Alec contra su cuello. ─¿Cuándo crees que te recuperarás?
Dylan soltó un bufido cansado. ─La próxima semana, si...
Un tintineo de vidrio sobre vidrio provino de la sala, y los dos se quedaron helados. Antes de que Dylan pudiera procesar lo que significaba ese sonido, Alec había saltado de la cama, su polla haciendo una salida impresionante del culo de Dylan y causando que sus músculos se contrajeran dolorosamente.
Dylan siseó en señal de protesta.
─Cristo, lo siento ─dijo Alec antes de cruzar la habitación para mirar por la ventana hacia la calle─. El auto de Noah está aquí.
Con un gemido, Dylan hundió la cabeza entre sus brazos. Todo lo que quería era disfrutar de la sensación que le había dejado la paliza sexual que le habían acabado de dar antes de tener que lidiar con lo que eso significaba para él y su amistad con Alec. ¿Y ahora tenía que lidiar con Noah?
El hombre que se había convertido en compañero de trinchera de Dylan durante la batalla para mantener vivo a Rick y luego durante el lento deslizamiento de Rick hacia la muerte. Durante esos días oscuros, Dylan habría perdido su jodida mente sin Noah. Pero Dylan sabía que su historia compartida no lo salvaría de las opiniones de su amigo.
Dylan a regañadientes se dio la vuelta y se levantó de la cama, mirando a Alec. Por alguna razón, no quería que Alec escuchara lo que Noah tenía que decir.
─Ve a tomar una ducha ─dijo Dylan, mirando a su alrededor para encontrar su ropa. Cuando eso fracasó, cruzó por el suelo, tomó una toalla del cuarto de baño, y la remojó con bastante agua para limpiarse─. Yo me encargo de Noah hasta que termines.
Dylan anudó una segunda toalla alrededor de su cintura y esperó a que Alec entrara en la ducha. Tenso, pero decidido, Dylan caminó por el pasillo, planeando su defensa en previsión a su inminente enfrentamiento con su obstinado amigo.
Después de que Alec se había desmayado en la cama la noche anterior, Dylan había pasado treinta minutos "Googleando" en el ordenador acerca de la bisexualidad antes de abandonar. Curioso cuando empezó. Veinticinco minutos más tarde, luchando para no volverse malditamente loco. Había pasado de tener unas pocas dudas acerca de sí mismo a una loca y jodida confusión tamaño extra gigante.
¿Qué jodidos eran todas esas etiquetas? Homosexual y heterosexual, genial. Bi-curioso y bisexual, bien. Pero entonces vinieron pansexual, omnisexual, polisexual, y.... fluido25. «Fluido». ¿Qué diablos significaba eso?
En serio, ¿cómo podía un concepto bastante sencillo llegar a ser tan complejo? Sólo una cosa Dylan sabía con certeza. Él no era transgenero o transexual. Le gustaban las tetas y apreciaba sus cualidades estéticas, pero seguro como la mierda que no quería tener alguna.
Por desgracia, el único descubrimiento apenas ayudó. Así que apagó el ordenador de Alec y recurrió a su lema de toda la vida. Al destino le gustaba partirle la madre a la gente, lo que quería decir que cuando encuentras algo que se sienta bien, ve por ello.
Hasta ese momento, todo con Alec definitivamente se había sentido muy bien. Así que Dylan se había arrastrado sabiamente de vuelta a la cama de Alec, anticipando esta mañana, y en retribución había experimentado el oh-santo-jodido-orgasmo de toda su vida. Sí, volver a la cama de Alec había sido una decisión muy sabia.
Excepto por la parte en donde se había olvidado de cerrar la puerta delantera...
Con un suspiro resignado, Dylan llegó a la sala y se apoyó contra la entrada. Más allá de los muebles de cuero en torno a una mesa de café de cristal, Noah estaba en el minibar vertiendo zumo de tomate en un vaso. Noah llevaba jeans y un jersey ceñido al cuerpo que abrazaba su delgada figura, y sus hombros parecían tensos.
─¿Cuánto tiempo llevas aquí? ─preguntó Dylan.
Noah se giró para mirarle, parpadeó y lentamente dejó el vaso sobre el mostrador. ─Lo suficiente para captar el sonido del acto final. El protagonista despertó mi curiosidad y siendo un poco como Alec encontré esto: El género fluido designa a aquellos individuos de identidad genderqueer que rotan su identidad de género, adecuándose al contexto social.
Dylan recordó cómo habían pasado de la explosión nuclear hasta el final, imaginando sus cerebros filtrándose de la cama. Y Noah estaba mirando a Dylan como si hubiera perdido la cabeza.
«Uh, Sí. Sobre eso...»
─¿Qué diablos estabas pensando, Dylan?
El rostro de Dylan quemó, y se aseguró que la toalla estuviera bien apretada alrededor de su cintura mientras varias respuestas sarcásticas vinieron a su mente.
«Estaba cansado de jugar para el mismo equipo»
«De repente tuve la tentación de experimentar la vida como si fuese la pequeña cuchara(17)»
«Quería ser capaz de usar la camiseta estampada con Tu Chupas, Y Me Gusta Eso En Un Hombre que me diste»
Pero Dylan sabía que una respuesta impertinente sólo lograría empeorar las cosas. En cambio, se limitó a mirar a Noah y esperó a que continuara.
─Espera, olvida eso. ─Noah tomó un sorbo de su jugo de tomate─. Es obvio que no estabas pensando.
─Hombre, no hay necesidad de que consigas tener tus bragas de seda en un calzón chino(18) ─dijo Dylan─. Cálmate un poco.
─Yo no me pongo bragas de seda ─dijo─. Y, no, no me voy a calmar. Estás llevando tu actuación de novio sustituto más allá de lo que cualquier ser humano racional consideraría razonable. Yo podría haberlos escuchado, pero Tyler estaría demasiado lejos de apreciar lo fuerte que Alec gimió cuando tú... Lo. Estabas. Follándo.
Esa última frase empezó como una declaración y terminó como una acusación.
Odiando que eso lo hiciera sentir a la defensiva, Dylan se cruzó de brazos. ─No me follé a Alec. Él me folló.
La cara de Noah lucía realmente como la de un pez de colores, con ojos saltones, boca abierta, y todo eso. Al parecer, no sólo había oído el final, también había asumido demasiado acerca de la posición.
Noah finalmente parpadeó, volviendo a la vida y cruzó por la gruesa alfombra de camino hacia el sofá. ─¿Has estado bebiendo?
─No.
─¿Tomando popper?
—No.
─¿Secuestrado por extraterrestres queer?
La carcajada casi dolía. ─No. Simplemente le pedí que me follara.
Las piernas de Noah parecieron ceder, y él se dejó caer en el sofá de cuero con la fuerza suficiente para desencadenar un silbido de aire por la amortiguación. Por primera vez desde que Rick los había presentado oh hace tantos años, Noah se quedó sin habla durante cinco segundos. Dylan no había pensado que el hombre tuviera esa capacidad.
La vista era casi digna del lío en que Dylan se encontraba ahora metido.
Casi.
─No entiendo ─dijo Dylan─. Técnicamente yo debería ser el que se estuviera volviendo loco aquí. Pero, honestamente, no creo que haya ninguna razón para hacer un gran problema de todo el asunto. ─Además, reprochárselo ahora sería más o menos inútil. Dylan entró en la habitación y se sentó, orgulloso de sus increíbles habilidades de razonamiento y su tono despreocupado─. Dormir con hombres es bastante normal para ustedes dos.
─Sí, pero dormimos con hombres que son gais ─dijo Noah.
─Eso no es lo que me dijiste en el pasado.
─Buen intento ─dijo Noah─. Pero no estamos hablando de mí en este momento.
─Sí. ─Los labios de Dylan se torcieron con ironía─. Es curioso cómo nunca hablamos de ti. ¿Por qué es eso, Noah?
Noah no le ofreció más que una inexpresiva mirada, la que cambió cuando Alec apareció en la entrada. Bueno, a Dylan le vendría bien un poco de ayuda aquí. Con su cabello oscuro húmedo, y en jeans y una camiseta, Alec le echó una mirada a la cara de Noah ahora con el ceño fruncido e hizo una mueca.
─Necesito un café ─dijo Alec y se giró para dirigirse a la cocina.
─¡Vuelve aquí, amiguita! ─dijo Noah y Alec se giró lentamente, claramente preparándose para la batalla. Noah continuó─. Tenemos que aclarar algunas cosas.
Después de una pausa de dos segundos, Alec entró en la sala. Y de repente, Dylan ya no estaba tratando más con Noah, especialmente con Alec tan limpio y oliendo tan bien y viéndose como si necesitara de Dylan para conseguir estar bañado en sudor de nuevo. Dylan dejó escapar un suspiro.
Jesús, él en realidad era una puta.
Alec había aprendido hace mucho tiempo que llevarle la corriente a Noah facilitaba mucho las cosas a largo plazo, por lo que se apoyó contra la pared. Aunque quería terminar con esta confrontación de una vez, ya que necesitaba desesperadamente un poco de cafeína. Huir también sonaba bastante atractivo.
Huir de la caliente, cómplice mirada de Dylan. De la confusión que hacía que sus entrañas se torcieran en nudos. Y de lo nada bueno que salía siempre que Noah le llamaba amiguita.
─Te sugerí que empezaras a salir de nuevo ─dijo Noah, frunciéndole el ceño a Alec─. No que brincaras a la cama con un hombre hetero.
─Te acuestas con hombres heteros todo el tiempo ─dijo Alec.
Una carcajada salió disparada de Dylan, y Noah le lanzó al hombre una mirada asesina. Dylan apretó los labios, claramente luchando para sofocar el resto de su diversión.
─No estamos hablando de mí ─dijo Noah─. Estamos hablando de ti, Alec.
─Esta conversación suena muy familiar ─murmuró Dylan.
Noah no le hizo caso. ─Soy muy consciente de la tendencia de Dylan a follarse todo lo que se mueve.
─¡Hey! ─Dylan disparó desde donde estaba sentado.
¿Había protestado porque esa acusación era falsa o porque Noah había dicho la verdad? Alec se esforzó por fingir que la respuesta no le importaba.
─Está bien, entonces a la inversa, no eres lo suficientemente ligón ─Noah le dijo a Dylan, y los hombros de Alec cayeron.
»─Durante la semana, prácticamente tengo que sacarte a rastras de ese taller tuyo. Pero el fin de semana, sólo Dios sabe. Tú estás con una mujer diferente cada viernes y sábado por la noche,
Dylan. Por el amor de Dios, ni siquiera puedes comprometerte con una sola marca de motocicleta.
Alec dejó escapar un bufido, divertido por las palabras, hasta que el enfoque de Noah volvió a cambiar.
─Y tú... ─le dijo a Alec, y los músculos de Alec se tensaron para entrar en batalla. Noah se puso de pie y empezó a caminar mientras proseguía─. Acabas de salir de una relación de dos años —una relación por la que estabas de duelo hace apenas unas semanas. ¿Y ahora vas y te enganchas con Dylan? ─Noah se detuvo frente a Alec─. ¿Podrías ser más idiota?
Probablemente no.
─Dame un minuto ─dijo Alec secamente─. Estoy seguro de que se me ocurrirá algo.
Dylan volvió a reír, y Noah le frunció el ceño. ─Esto no es cosa de risa.
Claramente luchando por contener la risa, Dylan se frotó la barbilla y miró a Alec, probablemente con la esperanza de obtener un poco de solidaridad cuando se trataba de un Noah seriamente exaltado. Pero Alec estaba demasiado ocupado tratando de no perderse en su verde mirada y recordar la expresión salvaje en el rostro de Dylan mientras Alec golpeaba con fuerza dentro de él por detrás.
Aún le resultaba difícil asimilar la vista.
Pasaron varios segundos, y los ojos de Dylan se oscurecieron, dejándolos caer en el cuerpo de Alec. El arrastre de su mirada era como un contacto físico, robando el aliento de Alec. Y, por un loco momento, pensó que Dylan iba a cruzar la habitación y arrastrar a Alec de vuelta al dormitorio.
Cristo, todavía estaba desgastado y zumbado desde esta mañana. Noah tenía razón. La libido de Dylan claramente funcionaba a todo gas.
Alec estaba tratando de decidir si eso era bueno ─o malo─, cuando Noah entró en su línea de visión, bloqueando la mirada de Alec.
─Dejen de follarse con los ojos, ustedes dos. ─Noah se volvió hacia Dylan─. Dylan, ¿eres bisexual?
Las palabras golpearon el aliento de Alec, y Dylan se vio obligado a tener que contestar a esa pregunta. Su respuesta tardó en llegar. ─No.
Noah plantó una mano en su cadera. ─¿Estás interesado en tener una relación?
Esta vez no hubo pausa por parte de Dylan.
─Joder, no ─Dylan ladró.
El pecho de Alec se apretó con fuerza, y Noah le disparó su ¿ves-a-lo-que-me-refería? mirada antes de volver con Dylan.
─¿Por qué no vas a hacer café mientras charlo con Alec?
─Con mucho gusto ─dijo Dylan.
Alec se relajó una fracción, sintiéndose aliviado. Conociendo a Noah, Alec no quería que Dylan escuchara lo que vendría a continuación. Una vez que Dylan se había ido y sus ruidos mientras mataba el tiempo flotaron desde la cocina, Noah se dirigió a Alec.
─Te conozco, Alec. ─Noah se acercó un paso─. ¿Crees que porque te las arreglaste para exprimir todos esos gemidos de la boca de Dylan, de alguna manera, él está interesado en ti? ─La expresión de Noah había pasado de enojada a preocupada.
Alec contuvo el gemido, prefiriendo a un Noah iracundo por encima de uno comprensivo. Y Alec ciertamente no quería hurgar en el hecho de que su amigo tenía razón. Después de su asalto en la cama de esta mañana, Alec había empezado a imaginar un futuro que incluía citas con Dylan.
«Sabías que esto iba a suceder».
Con las dos manos, Alec quitó el cabello de su cara. ─Realmente no quiero hablar de esto ahora.
─Lástima. ─Manteniendo su mirada de manera constante en la de Alec─. Sabes mejor que nadie que una buena proporción de los orgasmos de los hombres ─ya sean homosexuales, heteros, o repletos de ángulos─ son provocados directamente por su mano.
¿Cuándo esta discusión pasó a ser acerca de la masturbación?
Noah levantó la palma de su mano como si mostrara la Prueba A, en su caso en contra de Alec. ─No sé tú, pero yo usualmente consigo correrme ante lo que sea, aunque no sienta absolutamente ninguna atracción.
Alec casi se estremeció ante sus palabras. Cristo, no era un misterio hacia dónde se dirigía este tema.
Noah continuó. ─En esencia, todos somos sólo un montón de pollas empalmadas caminantes en busca de la gran O. Y Dylan no es diferente. Las citas son una cosa, pero no tienes que brincar en la cama con nadie, mucho menos con Dylan. No cuando ya estás llevando suficiente equipaje como para acumular una carga de cinco-millones-de-dólares en Delta Airlines.
«¿Equipaje?». Alec abrió la boca para protestar.
─No, en serio, Alec. ─El rostro de Noah era sombrío─. Eres un desastre. Por no hablar de un romántico desesperado. Antes de liarte con Tyler ─un movimiento del que estaba totalmente en contra desde el principio, si bien lo recuerdas─, caíste enamorado de cada ligue-de-una-sola-noche que pudo convencerte de ir a dormir con él.
El que le hayan lanzado su pasado de forma tan agresiva tuvo a Alec levantando las manos en señal de rendición. Y que dicho pasado ilustrara demasiado bien el punto que Alec había tratado de plantearse a sí mismo antes de dormir con Dylan, era doloroso. ─Sí, sí. Entiendo lo que dices, ¿de acuerdo?
Alec sabía que la había jodido a lo grande. No necesitaba que su amigo lo golpeara en la cabeza con la idea.
A Noah, aparentemente no le importaba. ─Y conozco a Dylan incluso mejor de lo que te conozco a ti. Él puede buscar cualquier actividad placentera sin pensarlo dos veces. Y tú, mi amigo, eres incapaz de follar con un tipo por diversión y mantener el corazón fuera del camino.
Alec luchó contra la necesidad de cerrar los ojos, negándose a compartir que su corazón ya podría estar involucrado.
«Prolongar el final, sólo hará esto mucho peor».
Alec dejó caer sus manos a los costados. ─Muy bien ─dijo antes de girar e irse.
─¿A dónde vas? ─preguntó Noah.
─A la cocina.
─¿Para qué?
Alec siguió caminando, sintiendo los pies como de cincuenta kilos cada uno. ─Para decirle adiós a Dylan.
Mientras que la máquina de café de acero inoxidable escupía las últimas gotas en la jarra, Dylan escaneó la habitación que contenía azulejo blanco, madera de caoba, y suficientes artilugios para suministrar una tienda de cocina. Dylan sabía que al hombre le gustaba cocinar, pero en serio. En alguna parte de esta cocina bien surtida tenía que haber tazas de café. Después de varios intentos, Dylan logró encontrar el gabinete adecuado y llenó una taza. Apoyó la cadera contra el mostrador y tomó un sorbo del negro brebaje, disfrutando del aroma y del tiro que tanto necesitaba de cafeína.
Estaba preguntándose si Noah ya habría rastrillando a Alec sobre las brasas ─y si era seguro regresar a la sala─ cuando Alec entró en la cocina, con sus pies descalzos silenciosamente contra el suelo.
La presencia de Noah había puesto en tiempo cero la oportunidad para discutir los acontecimientos en la habitación de Alec, y la glacial tensión de ahora hacía que Dylan se sintiera inquieto. Sin una palabra, metió la mano en el gabinete de las tazas y llenó una segunda taza, pasándole el café a Alec.
─Gracias ─dijo Alec, agregándole crema de la nevera.
El hombre parecía tener problemas para mirarlo a los ojos.
Maldita sea, esto no era lo que Dylan quería.
─No fue mi intención... ─comenzó Dylan, justo cuando Alec dijo─: Yo no debería tener...
Ambos se quedaron en silencio, y Dylan levantó su café en dirección a Alec. ─Tú primero.
─Noah tiene razón. Ayer por la noche fue un error.
La molestia prendió motores en las entrañas de Dylan. No estaba seguro de por qué la declaración de Alec lo enojaba tanto. Sí, había tenido la misma idea. Sí, ahora estaba sintiéndose más incómodo y nervioso que una prostituta en la misa del domingo. Y, está bien, así que ahora comenzarían a analizar y organizar las consecuencias de sus acciones. Pero, maldita sea...
Dylan se negó a arrepentirse de sus decisiones.
─Creo que deberíamos tomarnos un respiro ─dijo Alec.
Dylan frunció el ceño en confusión. ¿Un respiro?
─Quiero decir... ─Alec se frotó los ojos─. Creo que no deberíamos vernos por un tiempo.
Dylan dejó la taza sobre el mostrador con un fuerte ruido metálico. ─¿Por qué no?
Santo Cristo en un palo, ahora sonaba como una mujer pegajosa.
─Vamos, Dylan. Las cosas ya están bastante raras. No creo que continuar con las lecciones de motocicleta uno-a-uno sea un acierto.
Dylan se frotó la frente, ignorando el dolor de cabeza que empezaba a florecer en el fondo. ─¿Por qué no simplemente tildamos todo el asunto como algo que Guys Gone Wild28 harían y pretendemos que anoche nunca pasó?
─¿Puedes hacer eso?
Diablos, no.
─Absolutamente ─dijo en su lugar.
El destello de emoción en los ojos de Alec fue breve, pero se las arregló para retorcer el estómago de Dylan en un nudo. Genial, ahora la apariencia vulnerable en la cara de Alec era cortesía de Dylan, no del ex de Alec. Y el saberlo no le sentó bien.
─Quizás en un par de meses podamos ver dónde estamos ─dijo Alec, pero Dylan tuvo la clara impresión de que Alec no tenía la menor intención de seguir adelante─. Pero, por ahora, creo que es mejor si no nos vemos el uno al otro.
Alec estaba mandando de paseo a Dylan. Cortésmente, por supuesto. Pero seguía siendo eso mismo.
Una sensación desconocida se arrastró hasta la columna vertebral de Dylan. Humh, así que esto era lo que sentía una mujer cuando les recordaba que una noche era todo lo que habían 28 Guys Gone Wild —chicos salvajes saliendo— fue una serie de vídeos análogos y masculinos de Girls Gone Wild. Estos vídeos y DVD ofrecieron casi el mismo contenido que el de las chicas, mostrando a hombres jóvenes realizando cosas atrevidas en cámara. Por ejemplo, tomando una ducha, jugando al fútbol desnudos, etc. acordado. En el futuro, tendría que recordar cuanto apestaba estar en el extremo receptor.
Pero, por alguna razón, Dylan no estaba dispuesto a darse por vencido. ─¿Qué pasará con la carrera de póker?
Dylan no estaba seguro de por qué, pero él realmente quería a Alec alrededor para la recaudación de fondos.
─Quizás el año que viene me inscriba para participar ─dijo Alec.
«Mierda». Ya era bastante malo que fuera el quinto aniversario de la carrera. Ahora el evento que Dylan había estado esperando durante semanas se sentía cada vez menos como la distracción muy necesaria que requeriría para sobrevivir al cumpleaños de Rick sin volverse loco.
No obstante, a pesar que el haber dormido con un hombre no amenazaba la masculinidad de Dylan, actuar como una pegajosa novia psicótica, seguro como la mierda que lo haría.
─Está bien, hombre. Si eso es lo que quieres ─dijo Dylan. Estudió los ojos azules de Alec antes de mover su taza al fregadero─. Nos vemos.
Sin mirar atrás, Dylan salió de la casa de Alec.
17 Cuando dos personas se abrazan en cucharita en la cama. El que va atrás se le denomina the big spoon, y el que va adelante the little spoon, quien por lo general es la mujer. No encontré un contexto en español, por lo que aclaro de qué se trata el término para se entienda qué quiso decir Dylan.
18 El calzón chino es un tipo de broma humillante propia del acoso escolar. Consiste en que un abusador (o un grupo de ellos) estira(n) los calzoncillos de la víctima hacia arriba hasta el punto en que queda con su ropa interior apretada. La irritación es porque al apretar el calzón se genera una fuerza en el recto y los genitales que provoca dolor en la víctima.
😂😂😂😂 Nisiquiera Noah puedo creerse que Dylan se dejó follar por Alec, es algo que no me esperaba cuando comencé a leer está historia di por hecho que Alec terminaría jodido por Dylan
Siiiiii X10000 la verdad me viera gustado q fuera Sido al revés , pero bueñooo.. jaja pobre Dylan fue rechazado.. :'''v
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