Infierno Ardiente

Capitulo Cinco


Dale observó cómo Scotty salía de la tienda, tirando de sus pantalones. Con el ceño fruncido y tratando de reprimir sus celos, Dale aplacó toda emoción. La visión de Dale era muy buena, siempre lo había sido, y era probable que su amigo no tuviera idea de que estaba siendo vigilado.
Dale había estado observando a Grayson desde el momento en que habían entrado a la propiedad. Había algo en el caliente vaquero que había avivado los deseos de Dale desde el primer momento. El tener a Scotty tomando al hombre primero, dolió. Había sentido una atracción que venía de Scotty también, que era por lo que lo había incitado. Había querido saber si tenía a Grayson para él solo.
Una sonrisa maliciosa cruzó por sus labios, sabiendo que había estado en lo cierto. Scotty tenía una erección por el apuesto vaquero. Bueno, al parecer ya no tenía una erección por el hombre, al menos no por el momento. Dale sintió que su pene se hinchaba al pensar en los dos hombres dando vueltas en la tienda, y sabía que no sería capaz de aguantar la noche sin tomar alivio hundiéndose en el cuerpo de Grayson.
Scotty terminó de enderezar su ropa y se acercó a donde estaba Dale sentado.
-¿Te sientes mejor ahora? -Preguntó Dale.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Todos esos gemidos saliendo de la tienda de campaña... y sales con tus pantalones abajo... bueno, uno supone.
-No pasó nada -escupió Scotty mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho-. Lo bueno es que vine aquí ya que aparentemente estás ciego y oyes cosas. Nuestro asesino de animales podría colarse delante de tus narices.
-¿Entonces no te importaría hacerte cargo por mí, entonces? Me gustaría echarme una siesta. Contra ese pelirrojo caliente de allí.
La cabeza de Scotty giró rápidamente. -¿Qué? ¿Lo quieres?
-Todos tenemos necesidades. Ha sido demasiado tiempo desde que he tenido un pedazo de culo caliente. Tengo la sensación de que Grayson será receptivo a mi oferta.
Scotty estaba en silencio, pero podía sentir que había algo que el hombre quería decir.
-¿Tienes un problema con eso, Scotty?
Scotty cruzó los brazos sobre el pecho y miró hacia la distancia.
-¿Por qué debería tener un problema?
Dale sonrió, percibiendo que eso estaba comiendo al hombre vivo. Se puso de pie y dio a su endurecida polla un golpe. -Buenas noches entonces. Te enviaré a Grayson para relevarte... si es capaz de caminar después de que haya terminado con él.
Estaba seguro de haberlo oído refunfuñar detrás de él. Su sonrisa se amplió.
Dale se dirigió a la tienda, seguro de que Scotty lo detendría.
En el momento en que llegó a la solapa de la tienda, se sorprendió de no haber sido atacado. Si Scotty no iba a poner resistencia, Dale tomaría lo que quería. Y quería al pequeño pelirrojo caliente.
Entró por la solapa. Antes de ponerse demasiado cómodo, se quitó la camiseta y se desabrochó la bragueta de los vaqueros, tratando de contener el deseo que sentía. Si no conseguía algo de control, acabaría explotando su carca con el primer contacto del cuerpo de Grayson. Agarrando su pene, lo acarició hasta que estuvo duro y listo para el vaquero debajo de él.
-¿De regreso por más? -Grayson susurró desde el suelo.
Dale no respondió al principio, la lujuria lo golpeó con fuerza.
-Ven aquí -susurró Grayson.
Dale se arrodilló, sabiendo que debía decirle a Grayson que no era Scotty, pero quería demasiado sentir el contacto de las manos del hombre. Grayson agarró su pene y Dale se dejó ir, cerrando los ojos mientras Grayson lo acariciaba con perfectas caricias, firmes.
Grayson se detuvo. -Esta no es la misma polla que acaba de follarme.
-Nop -dijo Dale, su voz más profunda de lo habitual. Extendió la mano y acarició la mejilla de Grayson con la palma, tratando de transmitir en silencio su necesidad. Sabía que era insuficiente, pero tenía miedo de que, si abría demasiado la boca, arruinaría el momento. -No soy Scotty.
Grayson apartó la mano, y el corazón de Dale calló.
-¿Supusiste que tendrías un pedazo ya que Scotty lo consiguió? No funciona de esa manera.
-No. Estaba celoso de que llegó a ti primero. Debería haber sido yo. No puedo soportar la idea de su olor en ti. Quiero el mío en ti.
Dale escuchó un leve jadeo y sintió el calor aumentar en la tienda. Su pene palpitaba de necesidad, la necesidad que se había acumulado durante semanas.
Después de un momento, la mano de Gray volvió a la polla de Dale. -Entonces marcarme.
Los labios de Dale se extendieron en una amplia sonrisa. -Chúpamela. Ponme a punto de estallar.
Hubo una breve pausa, pero Grayson cedió y Dale sintió unos labios calientes envolverse alrededor de su eje. Un gemido fue arrancado de su garganta cuando Grayson lo tragó entero. Clavó los dedos en el pelo de Gray, instando al hombre al ritmo que necesitaba. Empujando sus caderas, alimento con su polla la boca del atractivo pelirrojo. Fue mejor de lo que podía haber imaginado.
-Así es, Grayson. Chúpame bien. Hazme llegar.
Grayson trago más duro su longitud, la profunda succión hizo que sus ojos se pusieran en blanco. Dale se inclinó hacia delante y sintió la espalda desnuda de Grayson, y más abajo, su culo desnudo.
Una sonrisa creció otra vez en los labios de Dale cuando golpeó ese culo tan duro como pudo.
Grayson gritó e hizo una pausa sobre su pene, pero se quejó en voz alta y mamó a Dale incluso más fuerte mientras Dale pasaba la mano por la carne herida. Dale lo golpeó de nuevo, sólo para sentir las vibraciones de un profundo gemido vibrando sobre su polla. Se sentía demasiado bueno para no tener otro, por lo que golpeó al vaquero de nuevo, aunque esta vez más fuerte. Dio golpe tras golpe al trasero desnudo de Grayson, mientras empujaba su pene en la garganta del hombre.
¿Quien necesita a una mujer cuando se puede tener a un hombre así?
Esta no era la primera monta de Grayson, ni siquiera Scotty había sido su primero, Dale estaba seguro de ello. Grayson sabía qué hacer con una polla, y Dale se podía imaginar que Grayson había sido uno de los amantes que había escuchado anoche.
Él había estado tumbado en la cama, escuchando los gemidos unas puertas más abajo, acariciando su pene. Una puerta se abrió y alguien había ido al baño, a Dale se le ocurrió que había sido Grayson. Poco después, había oído a varios de los hombres ir fuera.

La curiosidad se había removido dentro de él, y una pizca de celos de que Grayson pudiera estar haciendo algo sin él.
Dale los había seguido, pero había estado demasiado oscuro como para ver mucho. Se había detenido en el espacio común, viendo desde una de las ventanas.
Todo lo que había sido capaz de decir es que, fueron tres hombres los que habían disfrutado compartiendo en un trió. El cuerpo de Dale había vibrado, la suficiente necesidad dentro de él,como para hacer que sus piernas se debilitaran. Había querido salir y unirse a los amantes, pero no estaba seguro de cómo habrían reaccionado, sobre todo cuando reclamara al que quería.
Por lo que había visto... sabiendo que Grayson probablemente estaba en medio de ellos. Sabiendo que otro estaba follando o chupando a su hombre lo había llevado a la perturbación.
Cuando Mack había sugerido que salieran a las montañas, había sabido ahí y en ese momento que él tendría a Grayson. Visiones de un varón siendo utilizados por dos hombres rondaron en su mente.

Nunca había querido participar en un trio, hasta que anoche había abierto los ojos. Scotty jodiendo a Grayson figuraba, de alguna forma, dentro de su plan. Antes de que regresaran al rancho, él intentaría conseguir su deseo. Los dos follarían a Grayson juntos.
Por ahora, saciaría su lujuria en el cuerpo del vaquero, solo. Demasiado rápido, Grayson lo llevó hasta el borde. Su eje dolía por correrse y llenar la boca del pelirrojo con una carga espesa, pero quería hundirse en el culo de Grayson una y otra vez antes de que explotara. Se salió de la boca de Grayson y empujó al hombre hacia abajo, sobre el saco de dormir.
-Quiero follar ese culo apretado tuyo -susurró Dale.
Grayson gimió y se retorció bajo el cuerpo de Dale. Colocando los tobillos del vaquero sobre sus hombros, Dale buscó el apretado capullo de Grayson con la cabeza de su polla. La encontró, resbaladiza y húmeda con el esperma de Scotty, e ingresó repentinamente con un suave deslizamiento. Cuando estuvo profundo en el interior de su vaquero pelirrojo, se detuvo para inclinarse por un beso.
Pasó la lengua dentro de la boca de Grayson, probando la mezcla de sabor de él y de Scotty. Sabiendo que el hombre acababa de chupar y follar a su amigo podría haberles molestado a algunos, pero para Dale, eso le agregaba erotismo. Grayson no era el primer amante que habían compartido los dos amigos, siempre en una extraña clase de competencia. Ahora no era diferente.
Sólo que esta no sería una sola noche de placer.
Las mujeres que habían compartido, en las raras ocasiones en las que iban a la ciudad, habían sido de una sola noche. Sin cadenas.
Sólo una noche de intenso placer.
Grayson dormía bajo el mismo techo que ellos. Las cadenas, estaban en el lugar. Joder el vaquero podría causar problemas y obligarlos a salir eventualmente de otro rancho. La necesidad que Dale sentía no se podía negar, sin embargo. Tendría a Grayson, sin importar lo que pudiera pasar en el futuro.
El cuerpo de Grayson lo apretó con fuerza mientras se hundía en él una y otra vez. El cuerpo de Dale dolía de necesidad, con el corazón latiendo en sus oídos. No podía recordar la última vez que había estado tan caliente, y esa vez no fue con una mujer.

Una noche no sería suficiente con este hombre.
Se machacó dentro del resbaladizo culo de Grayson, rugiendo con necesidad. Cuanto más bombeaba en la carne de Grayson, más duro se ponía. Había estado cerca de correrse desde hace tiempo, pero la sensación de Grayson envuelto alrededor de su eje se sentía demasiado bien como para dejarlo. Dale quería estar dentro de su vaquero toda la eternidad, se sentía demasiado bien para no estarlo.
El sudor goteaba por su cuerpo debido al esfuerzo. Se balanceaba en el cuerpo de su amante, dándole todo lo que tenía.
El aire de sus pulmones quemaba mientras su cuerpo se tensó más.
Debajo de él, Grayson se retorcía, gimiendo en voz alta. Su mano trabajando vigorosamente sobre su propio eje, bombeando hacia arriba y abajo por su longitud. Dale podía escuchar al hombre masturbándose debajo de él y le gustaría poder ver al vaquero correrse. La próxima vez, no estaría oscuro. Ellos follarían bajo el cielo estrellado, donde Dale pudiera ver la expresión de deseo en la cara de su amante.
El cuerpo de Grayson se tensó. Con un grito, Dale supo que el hombre se estaba corriendo. Sintió un poco de semen golpear su abdomen y eso fue todo lo que necesitó para acabar.
Su columna vertebral se tensó, arqueándose, mientras inundaba el culo de Grayson con una espesa carga de esperma. Un grito se desgarro de sus labios mientras llenaba a Grayson con su semilla, gruesa cuerda tras gruesa cuerda de semen.
Cuando se vació, y su cuerpo estuvo débil, se salió del cuerpo de Grayson. Cayendo al suelo, rodó de costado y abrazo estrechamente a Grayson.
Grayson se tensó al principio, pero pronto apoyó la cabeza en el hombro de Dale. Dale dio un casto beso en la frente del pelirrojo.
-Gracias.
El hombre se quedó en silencio, pero dio un beso en el hombro de Dale y se acurrucó más cerca.
Dale sonrió. El cuerpo del vaquero se sentía bien a su lado.
Pronto se durmió, manteniendo abrazado a su amante.


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