Como si fueran millones de cables eléctricos caídos, los nervios de Alec crujían mientras seguía a Dylan por el elegante pasillo hacia el condominio de Noah. Situado en Pacific Heights, desde donde vivía Noah se podía apreciar la bahía de San Francisco y el puente Golden Gate. Era tan exclusivo como el gusto en la ropa de Noah. Dylan, en una sorprendente muestra de conformidad, se había vestido para la ocasión. La vista lo estaba distrayendo, por no hablar que era una complicación que Alec no había considerado cuando había asumido que estaba preparado mentalmente para esta noche.
Cuando se acercaron al apartamento, el sonido de las risas y la música flotaba ligeramente por debajo de la puerta de Noah. Dylan se giró hacia él y de pronto Alec necesitó aire, así que se jaló la corbata, con la esperanza de aliviarse.
─Deja de moverte ─dijo Dylan.
─No puedo evitarlo.
─Amigo, tienes que relajarte ─dijo Dylan─. Te ves tan tenso como el alambre de una trampa que está a dos segundos de activar una explosión. Y recuerda...
Dylan dio un paso adelante para ajustar la corbata de Alec, trayendo a su verde mirada cerca y a esas manos callosas aún más cerca. Alec deseaba saber qué especiado jabón era el que usaba Dylan, y ¿cómo sería posible relajarse con Dylan estando alrededor?
»─Sólo finge que no puedes quitarme los ojos de encima. ─Dylan le dio a su corbata una palmadita incómoda, su mirada alejándose mientras caminaba de nuevo.
«Fingir». En este punto Alec apenas fingía.
Dylan se había presentado en casa de Alec llevando unos bonitos pantalones de vestir, una elegante chaqueta de cuero, y una camisa azul de botones que hacía cosas locas con el color de sus ojos. Ojos que le hacían recordar La Mirada.
El momento en el bar cuando el cerebro de Alec había sufrido un colapso total.
Estaba mal, tan sumamente mal, sentirse atraído por su nuevo amigo. Sobre todo cuando dicha atracción tenía viendo a Alec cosas que no estaban allí.
Como Dylan participando en La Mirada, como si sintiera la misma atracción.
Tyler y su novio habían tomado un asiento trasero entre las preocupaciones más urgentes de Alec. A pesar de su promesa anterior, Dylan era un comodín. ¿Quién sabía lo que el hombre iba a hacer? Peor aún, ¿cómo se suponía que Alec iba a participar en conversaciones triviales, cuando en lo único que podía pensar era en el imaginario calor en los ojos de Dylan?
Dylan tocó el timbre y la puerta se abrió.
─Finalmente ─dijo Noah, agarrándolos a los dos por un codo y jalándolos hacia el vestíbulo de mármol─. Estoy contento de que estén aquí. ─Más allá, en la gran sala de estar, la gente se arremolinaba en vestidos de cóctel y trajes.
Noah se inclinó, susurrando con complicidad. ─PTI(12). Tyler trajo a ese dulce pedazo de culo suyo. Y, cariño ─Noah le disparó a Alec una mirada compasiva─, Logan es una preciosidad. Todo el mundo lo adora. ¿Sabías que es productor de documentales y ganó un premio en el Festival de Cine de Sundance?
─¿Y qué? ─Dylan respondió, lanzando un brazo alrededor de los hombros de Alec de manera casual, y cada célula del cuerpo de Alec tarareó alegremente─. Alec tiene un columpio sexual y a mí.
El cuerpo de Alec pasó de tararear a zumbar en alarma, y Noah soltó una carcajada.
─Cristo, necesito un trago ─Alec murmuró.
─Necesitarás varios. ─Noah hizo una mueca─. Algunas de las conversaciones giran en torno a cómo Tyler te sustituyó tan rápido...
«En este punto, ¿a quién le importaba?»
─No te preocupes. Yo me encargo. ─Dylan condujo a Alec a la sala.
La siguiente hora la pasó en medio de una tensa farsa mientras los invitados venían a felicitarlo por el premio, y Alec les sonreía, les daba las gracias a todos ellos, y les presentaba a Dylan. Dylan, por su parte, se comportó. Y aunque él no era un charlatán habitual como lo era Noah, disfrutó de la conversación girando en torno al arte, el teatro y las vacaciones en el extranjero. Dylan se había ganado a casi todos los invitados que se habían detenido para saludarlos. Incluyendo a Jack Davis.
Como miembro de la junta directiva del Charity Regional Hospital, era uno de los hombres más ricos del Área de la Bahía y había venido a la fiesta acompañado de su esposa. Y Dylan contó un chiste que sólo bordeó los límites de lo obsceno, y Sylvia Davis se había reído tanto que Alec temió que iba a deshacer todo el trabajo de Botox que claramente se había hecho.
El relajado y terrenal encanto de Dylan ─por no hablar de su buena apariencia que pedía a gritos ser estampada en vallas de publicidad─ le hizo ganar los corazones de la mayoría de las mujeres y de un buen número de hombres. Incluso Jack Davis, quien era un vejete bastardo que la mayoría de la gente evitaba, le había caído bien Dylan.
Justo cuando Alec estaba empezando a pensar que tenía la noche en la bolsa, la realidad volvió con una venganza maliciosa cuando vio el cabello negro azabache de su ex.
─Alec ─Tyler lo llamó suavemente a través de la habitación. Puso su mano detrás del hombre rubio a su lado mientras se abrían camino en dirección a Alec─. Me alegro de verte.
El murmullo de las conversaciones en torno a ellos bajó varios decibeles. Cada invitado los estudió a ambos mientras su ex se aproximaba, como a la expectativa —¿tal vez esperando?— una escena embarazosa.
Dylan debió haberlo notado. ─Malditos buitres ─murmuró mientras echaba el brazo sobre los hombros de Alec de nuevo.
Por desgracia, los fisgoneos alrededor del lugar hicieron que la comparación fuera sólo un poco demasiado precisa.
Dylan acercó a Alec, inclinándose para susurrarle en su oído. ─Recuerda, no dejes que te afecte. ─El cálido aliento de Dylan hizo que la piel se le erizara desde el cuello hacia abajo─. Tú sólo tienes ojos para mí.
Dios, eso era suficiente para hacer que el dulce niño Jesús llorara.
─Estoy bien ─susurró Alec con firmeza.
Excepto por la parte que involucraba a Dylan tocándolo.
Alec trató de poner un poco del muy necesario espacio entre ellos, pero el brazo de Dylan lo afianzó rápidamente mientras Tyler se acercaba más. Alec intentó sonreír, dolorosamente consciente de los fuertes bíceps presionados contra sus hombros, y el olor del hombre, a almizcle picante y algo más que no podía identificar.
Cuando los dos hombres se detuvieron frente a él, Alec dijo: ─¿Te acuerdas de Dylan?
La fría mirada de Tyler cayó sobre Dylan. ─Por supuesto.
Los dos se dieron la mano y parecían estarse midiendo mutuamente. Maniobrando para lograr una mejor posición. Preparándose para la confrontación. El férreo control de Tyler peleaba contra la infantil reacción de Dylan de métete-un-atizador-por-tu-culo-a-ver-si-sientes-algo.
Un excitado latido golpeó detrás del ojo derecho de Alec.
─Él es Logan ─dijo Tyler.
Alec extendió la mano y estrechó la mano de Logan. ─Me alegro de verte de nuevo.
La mano de Dylan en el hombro de Alec se movió posesivamente a la parte posterior de su cuello, como solo un jugador de futbol americano de escuela secundaria podría agarrar a su novia, reclamando su territorio. Alec solía odiar a los deportistas por su engreído fanfarroneo, arrogancia y naturaleza territorial. Con Dylan, la postura era extrañamente emocionante. Alec reprimió un suspiro.
Cristo. ¿Cuándo se había convertido en una chica adolescente? Y, ¿cómo podría enfocarse con el pulgar de Dylan acariciando su piel?
─Me enteré acerca del premio del Festival de Cine de Sundance, Logan ─Alec continuó─. Felicitaciones
─He tenido mucha suerte.
Logan llevaba una sonrisa sincera, y Alec probablemente debería resentirse porque el nuevo novio de su ex fuera tan agradable.
─Estoy seguro de que la suerte sólo jugó una pequeña parte ─dijo Alec─. ¿Cómo fueron tus comienzos?
─Asistí al Duke University's Center para estudiar Cine Documental, al mismo tiempo en que Tyler entró en la escuela de medicina allí. De hecho, me acabo de enterar que creció a un condado más allá del mío. Nuestras escuelas secundarias eran rivales.
─Es un mundo pequeño, ¿eh? ─dijo Alec.
La conversación entró en un momento de calma, y la glacial tensión subió otro grado. En este punto, Alec habría dado con gusto un riñón sólo para tener esta conversación terminada.
Mostrándose tan imperturbable como siempre, Tyler dijo: ─¿A qué escuela asististe, Dylan?
─A ninguna ─dijo Dylan tranquilamente─. Para mis quince, estaba viviendo en las calles.
Las palabras dejaron boquiabierto a Alec, y giró la mirada hacia Dylan, casi desgarrándose el cuello en el proceso.
«¿Dylan solía ser un chico de la calle?»
Mudo, Alec se quedó mirando la insinuación de una sonrisa en los labios de Dylan.
Logan logró clarificar la pregunta en la mente de Alec. ─¿Eras alguien sin hogar?
─Sí.
Alec luchó para procesar las noticias. De hecho, la admisión tan preocupadamente lanzada, claramente había sorprendido al grupo entero con la guardia baja. El rostro de Tyler parecía más estoico de lo habitual mientras permanecía en silencio, como si no pudiera computar la información. O quizás simplemente no podía entender la afirmación tan alegremente dicha de Dylan. Tyler casi nunca perdía la calma. Alec había pasado dos años admirando su compostura frente a la adversidad. Y Dylan parecía estar disfrutando de la expresión de Tyler. Obviamente Dylan todavía consideraba al exnovio de Alec como un oponente.
Logan interrumpió los pensamientos de Alec. ─Eso debió haber sido duro, Dylan.
Dylan subió un hombro. ─Conseguí mi diploma de preparatoria, algo de formación técnica, y luego, experiencia mientras trabajaba antes de abrir mi propio taller de restauración de motocicletas clásicas.
─Mi hermano y yo somos incondicionales fans de las Ducati ─dijo Logan─. Tyler y yo nos conocimos cuando Steve arruinó su motocicleta y se detuvo a ayudar.
─Tengo curiosidad... ─Tyler movió su mirada hacia Dylan─. ¿Cómo conociste a Alec?
El pecho de Alec se quedó helado. Tyler lo sabía.
Su ex definitivamente sabía que Alec y Dylan estaban fingiendo.
Alec podía decirlo por la mirada en el rostro de Tyler. Esos ojos fríamente evaluadores aterrizaron en la palma de la mano de Dylan sosteniendo la base del cuello de Alec, y un calor incómodo inundó su estómago. Un suave apretón de los dedos de Dylan siguió, probablemente destinado a ser tranquilizador, pero ese leve apretón había provocado todo tipo de imágenes de esas manos cerrándose en torno a otras áreas del cuerpo de Alec.
«Concéntrate en Tyler, no en la mano en tu cuello».
─Dylan ha estado ayudándome a tener la Harley en forma ─dijo Alec.
Tyler sostuvo la mirada de Alec. ─Ya era hora de que desarrollaras un interés fuera del trabajo.
«Y de revocar la Proposición 8», Tyler no lo añadió, probablemente debido a que habían tenido esa misma discusión varias veces antes.
─He estado tratando de convencerlo desde hace más de un año ─Tyler continuó.
Alec se negó a que Tyler reclamara la titularidad sobre su decisión de comprar la Harley. ─También te pasaste dos años tratando de conseguir que fuera a correr contigo diariamente, que participara de tu rutina matutina de batido de espinacas, y que me comprometiera a una dieta vegetariana orgánica. ─dijo Alec secamente.
─Tampoco aceptaste cualquiera de esas ideas.
─Quizás sólo necesitaba el incentivo adecuado ─dijo Alec.
─Es decir, yo. ─La sonrisa arrogante que se deslizó en la cara de Dylan debería haber venido con una advertencia─. Aunque...
La mirada que Dylan le envió a Alec lo puso nervioso.
Dylan continuó, su mirada iluminada con diversión. ─Tuve que pasar un endiablado tiempo para conseguir que esta relación por fin encendiera.
Alec reprimió el impulso de poner los ojos en blanco, por lo que sus labios se retorcieron con ironía en su lugar. ─Fue ese columpio sexual lo que finalmente me convenció.
Dylan inclinó la cabeza hacia atrás y se rio mientras Alec admiraba la suave piel de su cuello, y la ligera barba en su mandíbula. Cristo, él en realidad era una preciosidad.
─Y, sin embargo ─Tyler murmuró─, ustedes dos parecen ser una pareja tan improbable.
Obviamente molesto por el constante desafío en la voz de Tyler, Dylan entrecerró los ojos, y el estómago de Alec se apretó con fuerza. Oh, Dios. Esto no iba a terminar bien.
─Eso es gracioso. ─Dylan se cruzó de brazos, su voz era tan baja que sólo los cuatro hombres pudieron oírla─. Porque desde Alec y yo nos conocimos hemos estado follando como conejitos Energizer tomando Viagra.
Alec casi se atragantó con su lengua. ─Discúlpennos.
Agarró el codo de Dylan, arrastrándolo hasta el otro extremo de la habitación, zigzagueando a través de la multitud a su paso. Una vez que llegaron al otro lado de la sala, y a la seguridad, Alec se apoyó contra la pared.
─Realmente no sabes cuando callarte, ¿verdad? ─Alec dijo con cansancio.
─Te lo dije ─dijo Dylan─. Es un don.
Alec dejó escapar una carcajada sin humor. Se supone que debería sentirse agradecido de que Dylan se hubiera comportado durante tanto tiempo. Y Alec no podía decidir qué era peor, si la boca de Dylan, o el hecho de que Tyler hubiera visto a través de su fachada, o el efecto que la presencia de Dylan tenía sobre su cuerpo. Alec observó distraídamente a su ex mientras se inclinaba para susurrarle algo al oído a Logan.
─Amigo ─Dylan murmuró, dando un paso demasiado cerca para su comodidad.
La mano del hombre se instaló en la parte baja de la espalda de Alec, y el sistema nervioso de Alec se volvió loco, chasqueando y chispeando con vida. Prácticamente podía oler el fuego eléctrico. Cristo, claramente la presencia de Dylan constituía el problema más grande aquí.
La frente de Dylan se arrugó con preocupación. ─¿Todavía estás colgado por Tyler?
Alec se frotó la frente, tratando de ignorar la palma de la mano de Dylan a lo largo de la base de su columna vertebral. ─No.
Dylan se movió un espeluznante paso más. ─Entonces, ¿cuál es el problema?
«Tú. Estando. Demasiado. Cerca».
Con un esfuerzo monumental, Alec había luchado para meter su mayor preocupación en una caja de seguridad mental y cuando se encontró con la mirada de Dylan, recordó La Mirada. Por desgracia, eso significaba que Alec estaría enumerando los problemas desde el dos al diez a través de sus labios sin ningún control.
─Todo el mundo aquí sabe que Tyler y yo todavía trabajamos juntos en la clínica ─dijo Alec, tratando de ignorar el olor de Dylan. De todos modos, ¿qué era ese delicioso olor?─. La mayoría de estas personas son amigos o donantes. Algunos son ambos. ─Y si bien la presencia de Tyler había convertido por un momento a Alec en un mudo imbécil, al parecer, la proximidad de Dylan lo dejó con un caso severo de diarrea verbal─. Y aunque todos ellos ayudan a mantener las puertas abiertas de la Clínica Front Street, están un poco demasiado interesados en nuestra ruptura. Quiero decir, demasiado interesados. ¿Has visto cómo la gente nos está mirando?
─Alec...
─Es como ser colocado bajo un microscopio.
Los dedos de Dylan comenzaron un masaje relajante, enviando señales seductoras que Alec sabía que eran falsas, pero su cerebro sufrió un cortocircuito de todos modos, su voz subiendo una octava.
─Todo el mundo está esperando mi reacción ─Alec continuó, sus palabras tropezando─. Probablemente están esperando que me derrumbe. Y sé que él sabe que estamos mintiendo, Dylan. Puedo...
─Detente ─dijo Dylan, dando un paso lo suficientemente cerca como para besarlo.
Alec parecía incapaz de detenerse. Todo lo que Dylan podía hacer era observar a su amigo seguir y seguir, esa boca moviéndose cada vez más rápido, con desesperación en su voz. La culpa se estableció bajo el esternón de Dylan. La culpa recaía directamente sobre sus hombros. Todo lo concerniente al novio de reserva había sido idea suya. Alec había estado impresionante a la hora de enfrentar a Tyler esta noche, fácilmente había llevado el juego en su campo con ese sentido del humor irónico suyo. Hasta que Dylan abrió su enorme bocaza.
Si Dylan no hubiera insistido en esta farsa, Alec estaría manejando la fiesta mucho mejor. La sensación en el pecho de Dylan respondió, como si fuese una señal, con una protectora pequeña contracción de ansiedad.
Dylan volvió a sintonizarse con las divagaciones de Alec.
─...Lo veo en los ojos de Tyler. Puedo escucharlo en su voz. ─Alec estaba realmente frenético ahora, como si los primeros minutos sólo hubieran sido el calentamiento─. Lo siento en la forma en que me mira. Lo siento en la forma en que nos mira.
Dylan puso la mano en la pared a un lado de la cabeza de Alec y se inclinó para mirarlo a los ojos, tratando de bloquear la vista de su ex. ─Alec, hombre, tienes que relajarte...
Sus ojos azules se abrieron completamente, Alec parecía muy agitado ahora. ─Y Cristo ─chilló, literalmente chilló─, ¿en qué me convierte eso?
Jesús, el hombre iba a estallar como una supernova.
─Te diré en lo que me convierte ─dijo Alec, esa cautivadora boca moviéndose más rápidamente─. Eso me convierte en el abandonado y desesperado exnovi...
Dylan hizo lo único que podía pensar. Se inclinó y lo besó.
«Tú deseabas saber cómo se sentía esto»
Mientras que Dylan le decía a la voz en su cabeza que jodidamente se callara, se dio cuenta de que Alec se había quedado completamente inmóvil.
Durante unos pocos latidos de su corazón, Dylan pensó que Alec iba a enloquecer, por lo que puso su mano libre sobre el pecho del hombre, confinándolo contra la pared. Con la esperanza de darle tiempo a Alec de recomponerse. Dispuesto a que su amigo se calmara de una puta vez.
«Mantén su boca atrapada con la tuya»
Además, Dylan había venido a la fiesta como su novio. No había ninguna vergüenza en una inocente DPA(13). Y cuando finalmente le permitió a su cerebro procesar las sensaciones lanzadas como dardos alrededor de su sistema nervioso, notó cómo de flexibles eran los labios de Alec. Cuan suaves.
Justo como los había imaginado.
Oh, hombre...
Sus labios se trabaron, y su pulso se disparó más alto, el incidente duró más de lo que él pretendía. Dylan había comenzado con la intención de darle un sencillo beso en los labios, sólo para terminar con el parloteo de Alec y con la esperanza de demostrarle a Tyler una cosa o dos. Y Dylan se había quedado tan atrapado felicitándose por la brillante idea ─matar dos pájaros, con una jodida brillante piedra─ que no había considerado las repercusiones. Estaba demasiado ocupado para escuchar los pensamientos susurrando en su cabeza, al igual que su necesidad de saber a qué sabía Alec.
Jesús, algo que no podía dejar se saberlo ahora.
El pensamiento perturbador huyó cuando Alec agarró los bordes de la chaqueta de Dylan y levantó la barbilla para meterse de lleno en el beso, empujando el momento desde mejor-de-lo-que-esperaba a supercaliente. El cambio fue completamente demasiado para procesar, por lo que Dylan cerró los ojos y apagó su cerebro.
Aumentó la presión, y los labios de Alec se abrieron voluntariamente bajo los suyos. La oleada de satisfacción hizo que Dylan se moviera más cerca, instintivamente, inclinando su cabeza para buscar una mejor posición. Primero a la izquierda. Y luego explorando desde la derecha, tomando más de esa boca con la suya. Una corriente de sensaciones zumbó a través de él, semejante a cuando el paisaje se desenfoca a altas velocidades. Las sensaciones incluían calor, humedad y dulzura, pero también ardiente húmedo aliento y el débil sabor del vino afrutado.
Disfrutando del pecho duro bajo su mano, Dylan deslizó la palma más abajo, más allá del abdomen plano, aterrizando en la parte magra de la delgada cadera de Alec. Alec dejó escapar un pequeño gemido, y Dylan sólo pudo arreglárselas para no arrastrar al hombre más cerca.
Ni el menor rastro de repugnancia pinchó la conciencia de Dylan. De hecho, su cuerpo se sentía frustrado por el limitado contacto, por lo que abrió la boca aún más, presionándola profundamente. Alec gimió bajo él, como pidiendo más.
Oh Dios, no. Sin lengua. De ninguna manera iba Dylan a ser capaz de buscar su lengua.
Todo el acto no podría haber durado más de cinco segundos, quizás seis ─está bien, diez como máximo ─, pero luego Alec tocó con su lengua el labio inferior de Dylan, justo antes de darle un suave mordisco. El placer casi paralizó a Dylan, y él gimió.
«Jesusjodidocristo»
Dylan se echó hacia atrás, aturdido. Su cuerpo humeando. Su sangre en ebullición. Sus miembros chamuscados.
¿Qué jodidos?
Sus ojos azules parpadearon hacia él. ─Lo siento. ─Alec se aclaró la garganta─. Me dejé llevar un poco.
Dylan se limpió la boca, sorprendido al darse cuenta que sus dedos temblaban un poco. ─Todo está bien, hombre. ─pasó una mano a través de su cabello y esperaba parecer más tranquilo de lo que se sentía─. Fui yo quien comenzó con toda la idea del besuqueo.
Varios segundos pasaron mientras Dylan trataba de despabilarse entretanto Alec parecía como si estuviera sufriendo.
Alec finalmente volvió a hablar. ─Necesito otro trago.
Y en todo lo que Dylan podía pensar era que él necesitaba unos veinte.
Dos tragos de tequila más tarde, con la estabilidad de sus rodillas aún intactas, la retirada parecía ser la única opción de Alec.
Tres meseros uniformados se apresuraban sobre el piso de madera de la cocina de Noah. La impresionante habitación contenía electrodomésticos de primera calidad tipo restaurante, el techo era de tres metros y medio de altura, y tenía grandes ventanales con vista a la bahía. Bandejas de plata con aperitivos se alineaban en la encimera de granito. Aunque el espacio también incluía un refrigerador lleno de vinos, Alec había sacado la botella de Patrón de la despensa, apreciando más la soledad. Tenía que concentrarse en recuperarse de la sensación de la boca de Dylan presionándose contra la suya.
Durante los primeros segundos del beso, todo en lo que podía pensar Alec era que eso no era real. Por supuesto Dylan quería hacer un show delante de Tyler. Pero cuanto más tiempo el momento se prolongaba, más genuino el escenario se sentía, hasta que Alec había empezado a imaginar cómo podría terminar la noche, con Alec sobre sus rodillas delante de Dylan. O viceversa. Y, oh Dios...
Apretó los párpados al cerrarlos, frotándose los ojos.
─Alec.
Miró hacia arriba y encontró la mirada gris de Tyler, su ex apoyado en la puerta de la cocina. El corazón de Alec tomó un ritmo sordo, y se preparó para el encuentro.
¿No era la sesión de besos con Dylan en frente de cincuenta de los amigos de Noah ─por no hablar de las consecuencias del caso─ suficiente para lidiar por una noche? Y ¿Cuándo exactamente la vida de Alec se había convertido en un titular digno de la revista People?
Alec respiró hondo, tratando de aliviar la tensión en su pecho. ─Tyler...
Al mismo tiempo, Tyler dijo: ─Yo quería...
Ambos se detuvieron, y la atmósfera pesada se volvió más opresiva. Un músculo en la mandíbula de Tyler se tensó, un hábito que Alec recordaba de los primeros días de su relación. Cada vez que se habían reunido con una organización para solicitar apoyo financiero para su nueva clínica recién fundada, Tyler había estado bien preparado. Excelente. Confiado. Completamente bien vestido y en control total. Excepto por ese pequeño tic que había sido el único indicio de la incomodidad de Tyler.
El mismo tic que había aparecido la tarde en que Tyler le dijo adiós a Alec.
El pulso de Alec se incrementó a un ritmo incómodo. Había luchado tan duro por sus derechos para que ellos se pudieran casar. Todo lo que él había querido era compartir su vida, su casa, con alguien especial. Compromiso. Tyler lo sabía el día en que se había mudado con él. ¿Y eso había sido demasiado pedir?
Al parecer Tyler pensaba así.
─En realidad, sólo quería decirte que siento mucho que las cosas hayan salido de esta manera. ─Tyler dijo mientras entraba en la cocina─. Sé que mi partida pareció salir de la nada. Y sé lo difícil que puede ser.
Por primera vez, desde su ruptura, Alec dejó que su rabia saliera a flote. —¿En serio? —El giro inesperado de los acontecimientos había dejado aturdido a Alec. Ni siquiera había tenido la oportunidad de salvar la relación─. Todo parecía estar bien, y lo siguiente que supe, es que te habías ido.
Tyler miró por la ventana. ─En la universidad, lo mismo me pasó. ─Se cruzó de brazos─. Nunca pude averiguar qué fue lo que salió mal.
Alec se apoyó en el mostrador. ─Esto es nuevo para mí.
Tyler había mencionado que él había salido con un chico en la universidad. Y por la expresión de Tyler ahora, Alec se dio cuenta que la relación debió haber sido seria. Pero ¿por qué le estaba diciendo esto ahora?
─Memphis Haines y yo estuvimos juntos durante un año y medio antes de que rompiera conmigo sin previo aviso ─dijo Tyler.
Alec casi se rio ante la amarga ironía hasta que reconoció el nombre. ─¿Memphis Haines, el doble?
─Él no era famoso en aquel entonces. Pero ese no es el punto que estoy tratando de señalar.
Alec le sostuvo la mirada a su ex, luchando por controlar el resentimiento que había estado supurando de él durante más de dos meses. ─¿Cuál es la razón para que estés aquí?
─Quería decirte que debí haberte dado una pequeña advertencia. Pero creo que nos habíamos vuelto demasiado cómodos. Sabía que terminarías por hablarme de dejarlo. ─La insinuación de una sonrisa carecía de verdadero humor─. Era el camino más fácil en definitiva ─dijo─. Pero esta noche...
Algo brilló en los ojos de Tyler momentos antes de que él dirigiera su mirada hacia uno de los grandes ventanales. Alec permaneció en silencio y estudió el perfil de Tyler como también la fuente de esa breve emoción que finalmente conectó, una emoción que Alec nunca había visto en el rostro de Tyler antes.
Celos.
Tyler estaba celoso.
Alec se pasó una mano por su cara, con la esperanza de ocultar su sorpresa. Cristo, Dylan debió haber estado aquí para presenciar el espectáculo. Y Alec no se abstuvo de admitir que una pequeña parte de él ─su lado permanentemente atascado en la adolescencia, sin duda─, se sentía un poquito satisfecha de saberlo. Desde su separación, Alec había experimentado toda una serie de emociones, desde el shock inicial a la incredulidad y luego, la ira.
Pero su satisfacción de chico de secundaria pensó que era definitivamente nueva.
El sonido de alguien carraspeando interrumpió el momento. Alec miró hacia donde Dylan estaba parado en la puerta, estudiándolos a los dos con una cauta expresión.
Finalmente, la mirada de Dylan se centró en Alec. ─¿Estás bien?
Mierda. No podría responder a esa pregunta sino hasta después de esta conversación con Tyler.
─Sí. ─La mirada de Alec fue de nuevo hacia Tyler─. Sólo estábamos aclarando algunas cosas.
Dylan dudó antes de dar un brusco asentimiento. ─Voy a dejar que ustedes dos continúen. ─Con una mirada aún más indecisa en dirección a Alec, se giró y se dirigió de nuevo hacia la fiesta.
Tyler observó a Dylan irse. ─Es un poco...
¿Bocón? ¿Loco? ¿Demasiado hermoso para las palabras? No tenía sentido añadirle la etiqueta de excelente besador. Alec alejó el recuerdo de ese momento de su mente.
─Tosco. ─Tyler terminó.
Alec se quedó mirando la puerta, recordando la sensación de las manos callosas de Dylan contra su piel. Sólo podía pensar en cómo lo habían erizado a todo lo largo de su columna vertebral. ¿Por qué tenía una fijación repentina por las manos ásperas?
─Tengo que admitir que el hombre es, sin duda, bien parecido. ─La mirada de Tyler se encontró de manera constante con la de Alec─. Pero él no encaja en tu habitual MO(14).
«¿Te refieres a mi atracción por los hombres que son realmente gays?»
Esta vez la risa amarga se le escapó. No había necesidad de compartir el chisme acerca de la orientación sexual de Dylan con Tyler.
─¿Es este el nuevo tú? ─Tyler se inclinó contra el mostrador más allá─. ¿Un hombre con un columpio sexual y sin ninguna restricción para follar?
La ira estalló completamente.
«Has hecho tu elección. Y no fui yo»
─Eso ya no es de tu incumbencia ─dijo Alec.
─Tienes razón. Pero aun así creo que él no es lo que tú en realidad quieres.
Después de todos esos meses en que Alec había asistido a todas las manifestaciones pro matrimonio gay que podía, Tyler había sabido lo que Alec en realidad quería. Había pensado que esa lucha era digna de su completa dedicación, cada momento de sus días los pasaba en la clínica o en la próxima manifestación.
Cuando Noah lo llamaba para discutir acerca de la clínica ─lo que él hacía con frecuencia─ Alec hacía espacio para estar disponible. Cuando su madre le informaba de otra manifestación, Alec se afanaba y participaba.
Había creído que el tiempo que pasaba en ello sería una buena inversión para el futuro. El futuro de ambos.
─¿Qué es lo que debo querer? ─dijo Alec.
─Lo que siempre has querido ─contestó Tyler─. Una relación de compromiso.
─El compromiso no funcionó muy bien para mí.
─¿Así que has decidido cambiar tus prioridades ahora?
─Quizás ─dijo Alec, tratando de mantener un tono frío─. Quizás no.
Tyler le sostuvo la mirada, y Alec leyó toda una serie de emociones contenidas en la sola arruga en la frente de Tyler. Ira. Perplejidad genuina. Incluso un atisbo de preocupación.
─Creo que estás cometiendo un gran error ─dijo Tyler.
Eso parecía particularmente condenatorio viniendo de un hombre que no conocía la verdadera orientación sexual de Dylan.
─Si es así ─dijo Alec uniformemente─, será mi error.
Alec se levantó del mostrador y salió para ir en busca de más alcohol... y de Dylan.
Esto comenzó a calentarse gente, o ustedes que creen?
12 PTI: Para Tu Información.
13 DPA: Demostraciones Públicas de Afecto
14 MO: Abreviación de Modus Operandi o Tipo de Persona. En este caso Tipo de Homo.
Se esta ponoendo bueno.
ResponderEliminarAdemas pobre Alec que siga en su busqueda de compromiso, lealtad y fidelidad. Quiza Dylan se de la oportunidad.
Gracias. En espera de masssssss