Ella Tiene Bolas

Capitulo Uno







―No olvides acomodarlo, dulce corazón.— El Agente Jennings palmeó el hombro de Chris Tarpington.—Dios, amo la carne fresca de los novatos.
Chris trató de sonreír muy maduramente, pero realmente quería asaltar el sector de la oficina y quebrar cosas.
—¿De qué te quejas? Tu primer operativo y ya conseguiste ir de encubierto en una farsa con la policía local,— Mathis gritó detrás de Chris, sin siquiera tratar de cubrir su floreciente risa.
—Mueve tus caderas, Tarp. Saca tu pecho,— Jennings instruyó.
Voy a jodidamente aniquilar este caso, Chris pensó. No había manera de que él pudiera ser humillado en su primera gran misión al vestirse de mujer. El detective asignado con él debería de tomar ese honor. Sonrió con fuerte determinación.
Tomando el expediente tan fuerte que sus nudillos estaban blancos, salió de la oficina hacia el área pública para dirigirse al salón de conferencias donde su nueva pareja lo esperaba. Caminaba dándole a cada uno desafiantes miradas mortales.
—Eres el chico grande ahora, ¿no es así, Tarp?— uno de ellos se burló mientras él pasaba. —¿O eres una chica grande?
—No vayas a dejar tus pantimedias en una rama,— otro de los compañeros de trabajo de Chris dijo sarcásticamente. —Esas grandes pantimedias de chica pueden ligarte.
Para cuando llegó a la sala de conferencias, sentía sus hombros tensos. Dios, qué pesadilla. Chris se enderezó con una profunda respiración y apartó un mechón de su rubio cabello que cubría su ojo.
Él casi bufa. Aún no conocía al detective Vincent Pilk, pero él iba a tomar su turno. El detective Pilk sería quien usara el vestido durante el operativo, y Chris le haría creer que era un honor hacerlo.
Con su nuevo plan firmemente decidido, entró al salón de conferencias para decirle a Pilk cómo serían las cosas.
—Aw, ¡mierda!— Planes destruidos, incendiándose en una oleada de combustión instantánea. ¿Eso? ¿Eso era el detective Vincent Pilk? ¿Un hombre cuyo nombre inspiraba visiones de enorme manzana de Adán, rodillas huesudas y trajes de marinero?
—¡Maldición! Eres un jodido toro.
Anchos hombros, cabello rizado oscuro y un apretado trasero que giró lentamente con una actitud de ser molestado. Ojos azul pálido se centraron en Chris con la intensidad de un láser levantando sus oscuras cejas con arrogancia. Llenos y cincelados labios se movían hacia arriba en un lado. En conjunto, él lo veía esperando pacientemente el examen de Chris, tomando su inicial declaración de golpe. No hay manera en la verde tierra de los dioses que un hombre con esos hombros y el ancho de la circunferencia de los brazos de Vincent Pilk pudiera usar vestido. Su ancho pecho se estrechaba en unas delgadas caderas y largas piernas, con cien o ciento diez kilos del físico de un jugador de fútbol americano, se tragaba el metro ochenta de Chris fácil por quince centímetros.
—¿Cómo diablos vas a hacer para descubrir algo sin ser visto?
— Chris preguntó en voz alta. Rodeó al detective, sacudiendo la cabeza. —Vas a ser una mujer muy fea.
Pilk cruzó sus brazos por su pecho, viéndose inmutable mientras su sonrisa desaparecía. La diversión seguía brillando en sus ojos azules, y la piel oliva de herencia totalmente italiana, se completaba con unos altos pómulos, una mandíbula cuadrada y lo que parecía ser una permanente sombra de barba de las cinco de la tarde. Una pálida cicatriz a un lado de su labio inferior bajaba hacia el mentón y se detenía justo en el apenas notable hoyuelo. Chris de ser un idiota para obligarlo a usar vestido.
—¿Esto está arreglado?— Chris sorpresivamente se rió, al darse cuenta por qué los chicos de la sección se habían burlado de él. —
Esto está jodidamente arreglado. Mierda, por un minuto pensé que eras mi pareja en el operativo. Quiero decir, mierda, En qué estaban pensando, ¿no es así? Puedo verte balanceándote sobre tacones rojos y hablando sobre las últimas recetas de cacerolas.
Lágrimas bajaban por la esquina de los ojos de Chris. Palmeó su cadera y soltó más carcajadas.
—Oh, Dios, ¡esto es asombroso!— Chris se secó los ojos y sacudió la cabeza mostrándose apropiadamente impactado. —Eres asombroso. Quiero decir, Dios, mírate. Un gigantesco guardaespaldas es justo lo que necesito en una jodida esposa.
Maldición, seguro como el infierno que no te va un jodido vestido, Vincent.
La respiración salió de su cuerpo. Los pies de Chris se separaron del suelo cuando dos fuertes puños lo levantaron de la camisa y empujaban sus hombros y cabeza contra la pared. —¿Qué jodidos?— él jadeó.
La cara de Pilk era de piedra, a centímetros de la nariz de Chris bufó. —Eres un grosero imbécil que habla demasiado. Eres negligente y estúpido y nunca jamás, nunca me vuelvas a llamar Vincent de nuevo.
Los ojos de Chris se abrieron más. —Seguro, está bien,— jadeó.
—Mi nombre es Vin, ¿está claro, novato?
—Claro.— La voz de Chris salió en un tenso murmullo. —
¿Puedes bajarme ahora?
—¿Terminaron chicos?— La voz del jefe de Chris gruñó desde algún lado más allá de ellos.
—Si, terminamos,— Chris contestó.
Vin sonrió cínicamente y bajó a Chris, y alborotó su cabello.
Chris jadeó tratando de tomar aire. Ambos hombres se giraron hacia donde el jefe de la sección estaba hombro con hombro con el jefe de policía. Ninguno se veía complacido, aunque Chris sospechaba por el brillo en los ojos de su jefe que apenas y podían contener la diversión.
—Este es un asunto serio, no tenemos tiempo para sacar una cinta métrica y medir sus penes.— El jefe de la policía lanzó una carpeta manila a la mesa a unos centímetros de ellos. Chris la alcanzó primero. El cuarto se sentía cada vez más como una mala película sobre operativos encubiertos incluso con los jefes de departamento en un lado de la mesa y un par de nada combinados investigadores del otro.
—¿Por qué federales?— Vin le preguntó a su jefe.
Hojeando el expediente, Chris pretendió que no le interesaba la respuesta. No quería reconocer que era una buena pregunta. Especialmente dado que para los parámetros del caso ellos irían encubiertos como un matrimonio. Otra excelente pregunta "La carne" podría preguntar "¿Por qué no una agente mujer?"
—Relaciones Interdepartmentales.  La DEA está demasiado involucrada, no estará en el operativo. A nosotros se nos pidió ayuda para una nueva aproximación a crímenes que involucran múltiples departamentos de una manera más cordial que en casos en el pasado.— El jefe de la sección explicó .— No más discusiones por jurisdicción, solo compartir recursos y compartir descubrimientos.
Chris bufó. —Si, eso trabajara.— Sintió la mirada de los otros, pero siguió revisando el expediente hasta que sus ojos captaron las fotografías de vigilancia de mamas en el soccer y mujeres jugando con los niños o cuidando los jardines. ¿Cómo esperaban que él se ajustara a esa comunidad vestido de mujer?
—Verás, genio,— Chris dijo, dirigiéndose a Vin. —Mi pregunta habría sido, ¿Por qué jodidos tienen que ser dos hombres encubiertos como un matrimonio? No tienen mujeres que se ven mejor en vestido para este trabajo.
—¿Rechazas tu primera misión?— su jefe de sección le preguntó.
—No señor. Estoy rechazando al robusto albañil como mi llamada pareja. Denme una Jenny y tomaré el caso en un momento.
Vin aquí solo joderá mis estadísticas. Este es un caso flojo.
—Este es un operativo en prueba para ver cómo trabajamos juntos,— el jefe de sección corrigió.
Vin envolvió en su musculoso brazo los hombros de Chris. — Aw mira. Nuestra primer riña familiar.
—Jódete, refrigerador.
Vin retiró su brazo, después de darle un apretón de advertencia.
—Porque,— el jefe dijo, levantando su voz para ser escuchado,—Tarpington será una esposa que usó esteroides en su adolescencia para encabezar las competencias atléticas. Eso será viable y explica por qué está involucrado en drogas ahora. Vin guiará su cubierta haciendo el trabajo de respaldo. Pero toda la operación depende de que Tarpington se infiltre. Él será el chico del frente. Chica.
—Los detalles están en el expediente. Léanlo cuidadosamente. Memoricen la historia de la cubierta sobre ustedes y los principales jugadores. Lo más probable es que ellos los probarán. No hay lugar para errores,— el jefe del sector advirtió.
—¿Una red de narcotrafico de amas de casa?— Chris preguntó, lanzando el expediente a la mesa, pero enojado con su jefe por lo que no parecía un plan genial para un éxito instantáneo.
—Si. Sesenta por ciento de todas las transacciones de drogas y usuarios se encuentran en ciudades densamente pobladas,— el jefe dijo.
—¿Entonces por qué no vamos ahí?— Chris preguntó. Los labios de Vin se curvaron en una cínica sonrisa. —¿Dónde está el otro cuarenta por ciento? ¿En las granjas lecheras?
—Los suburbios,— el jefe le contestó a Chris, aunque él no lo preguntó.
—Este caso se trata de importantes drogas de distintas variedades y su distribución. Eso es por lo que creemos que usar esteroides puede funcionar para tu cubierta. La prueba visual puede ayudar a la credibilidad.— El jefe de la sección se dirigió de nuevo a él. —Y no te verás demasiado mal en vestido; pasablemente masculino. 
Chris sintió que sus labios bajaban infeliz. —¿Y el pastel de carne? ¿Por qué él?
—Él tiene un cuerpo fuerte con un impecable record en sus casos. No solo es genial en su trabajo, sino que emparejarte con uno de constitucion delgada parecería poco convincente. Vin es lo suficiente grande para no sentirse amenazado por una mujer masculina,— dijo el jefe.
—Me alegra ver que los chicos de azul no dejan los estereotipos, — Chris murmuró.
—¿El pequeño chico se callará?— Vin le preguntó al jefe.
—No soy un jodido pequeño, Giganton. Tú solo eres jodidamente enorme.
—¿Ya estás listo para mi?— Una chillona voz femenina preguntó desde el marco.
Chris vio a la pelirroja —¿Qué jodidos serás tú? ¿Mi hija?
—Ella es tu especialista en imagen y depilación.— El jefe de la sección se rió divertido viendo a Chris y a la chica.
—¿Mí qué?— Chris preguntó.
—Ella te aplicará cera y la arrancará, retrasado.— Vin vio a la chica y le dio un gran guiño. —Dale un brasileño. El caso es critico.
—¿Un qué?— Chris repitió débilmente.
—Si, señor,— ella dijo, sonriendo aunque impresionantemente ruborizada.
—Debemos irnos, Vin. Tarpington tiene trabajo que hacer antes de que los mudemos mañana.— El jefe rodeó la mesa y se giró hacia Vin.
—Deberías de usar rosa. Te verás genial con ese color,— Vin golpeó su hombro mientras salía del cuarto.
Chris lo vió salir contoneándose, los hombros se movían en armonía con el poderoso cuerpo de Vin. Agentes y personal de la se apartaban de su camino, inconscientes de darle un respetuoso espacio.
—Si,— el jefe de la sección le dijo, llegando al lado de Chris. —Clasico, Tarp. Menos de diez minutos con tu nueva pareja y lo dejaste que te tuviera contra la pared. Ahora intercambiando sugerencias. Diré que perdiste la batalla.
—Jódete,— Chris bufó. La amistosa tomada de pelo estuvo muy cerca de raspar la verdad . Nunca había descubierto su orientación sexual; no era asunto de la agencia, pero estar contra la pared con Vin no parecía ser mala idea. La adrenalina aun bombeaba después del estruendoso intercambio.
Él se rió, palmeando la espalda de Chris compartiendo mutuamente la broma. —Asegúrate de que ella te mueva. Tres semanas sin sexo alocado y un sujeto como ese puede comenzar a buscar bajo tu falda.
Chris le dio una malvada mirada. —Tres semanas sin sexo y golpearé a una de las amas de casa drogadas por sexo. Vin puede arreglárselas solo,— dijo con una cínica sonrisa, jugando como se esperaba desde dentro del closet.
—Solo recuerda quién es el detective. Si te pones a pelear él puede colocarte las esposas.
—Maldición, jefe, este es un operativo, no es una prisión. ¿Las esposas no salen a algún lado?
La sonrisa de Jennings se perdió. —¿Ya dicete eso? Mierda. Sal de mi vista y deja que ella te diga lo que tienes que hacer,— le dijo, inclinando la cabeza hacia la mujer que había comenzado a colocar tubos y lociones en la mesa de la sala de conferencias.
—Si, si,— Chris murmuró.
La mujer rodeó a Chris y cerró la puerta. Ella le dio un pequeño vestido de algodón. —Ten,— ella le dijo, tratando de no sonreír. — Ellos me dijeron que el resto de tu guardarropa estará en su lugar cuando llegues. Pero antes tienes que aprender cómo funciona.
Él vió el vestido verde y dorado inspirado en los sesenta con unas enormes margaritas, vio a la mujer que trataba de suprimir la diversión. —¿Me estás diciendo que usas esa cosa?— preguntó. —Ni aunque me paguen una semana en un crucero,— ella dijo dulcemente. Se movió hacia sus pociones y tubos, buscando en su bolsa y sacando brochas y más contenedores de maquillajes, tubos de brillantes colores y cremas y extendiéndolas frente a él. Chris pensó de nuevo en Vin, esta vez llevando maquillaje y botas militares debajo de su largo vestido. La imagen no era calculada y solo hizo que la realidad golpeara a Chris con su rol más claramente —Joder.
—No sabes como maquillarte, ¿no es así?— suave compasión en su voz. —¿Primer disfraz?
—No tengo ni idea,— Chris dijo. Deslizándosele un frío en la punta de su estómago. La base de su cabeza empezó a palpitar ante el metro de químicos frente a él. Dios, él no quería hacer eso.
—Vamos, te mostraré. Pero primero desnúdate y ponte eso, y entonces haremos algo con esas cejas.— Ella se giró de espaldas dándole privacidad y Dios ayúdame, Chris dio un paso hacia el calabozo de fragancias y el infierno de colores coordinados.



Primer capitulo espero les guste yo acabo de terminar de leerlo y me encanto así que me dije a misma esto debo compartirlo de inmediato con  el Club Del Crisantemo  
Como ya saben mis actualizaciones son miércoles y sábados pero hoy realmente no pude esperar quería darles un adelanto mañana subiré otro capitulo 
#Ali 

6 comentarios:

  1. Gracias... Si se ve bueno... :)
    Cuantos capitulos son??

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    Respuestas
    1. Sera corta solo seis capítulos

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    2. Oooh en serio? Es muy corta... :'(
      Pero me gusta... XD
      Gracias chica x tu tiempo en traducir.. :)

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    3. Si es corta pero les gustara
      pd: la novela no la estoy traduciendo yo,ya esta traducida yo solo se las comporto

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    4. Oooh, entiendo... XD igual se te agradece... :) ❤

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