CAPITULO CUATRO
Chris suspiró, acomodando su almohada sobre su oreja
expuesta. ¿Cuántas semanas duraría esa misión? Chris merecería una jodida medalla cuando terminara por mostrar moderación.
Más besos de Vin, y él sería la primera mujer en la historia con una carpa en sus propios vestidos. Sin mencionar las manchas de semen desde el interior.
Algo peludo tocó sus muñecas. Chris movió sus brazos para
deshacerse de cualquier alimaña que pudiera haberse subido a la cama. La almohada se movió de su cabeza y oyó el inequívoco ‘click’ de esposas al cerrarse.
—¿Qué jodidos?— Chris gritó.
Su brazo fue jalado hacia arriba y Chris se giró para ver a Vin
tomando la cadena que unía a las esposas de peluche y dándoles varias vueltas. El enorme y caliente pecho llenó la visión de Chris.
En un desarticulado punto de lo real e irreal, trató de acomodar las piezas juntas de lo que estaba sucediendo con lo que sabía. Su muñeca libre fue sostenida y en cuestión de segundos estaba al final de la otra esposa y era cerrada.
Vin se apartó para supervisar su trabajo.
Chris se jaló instintivamente. El metal raspaba la madera, pero él no podía bajar los brazos.
—¿Qué jodidos?— gritó de nuevo.
—Realmente no duermo como una piedra,— Vin dijo.
Chris abrió más los ojos, su corazón tomó un loco ritmo y sus
oídos zumbaban al darse cuenta que Vin había oído todo, y bueno… lo suficientemente bien para hacer algunas observaciones de lo que Chris dijo. —Mierda.
Vin se sentó por donde estaba la oscura silueta de la cadera de Chris.
Dos noches de guardia y la pareja de Chris sintió que tenía que esposar a Chris para evitar un asalto sexual mientras dormía. Eso no auguraba nada bueno. De hecho, eso era un grande y peludo problema.
—¿Y ahora qué? ¿Vas a encadenarme toda la noche para
proteger tu pudor?— Chris preguntó.
Vin asintió. —Sí, vas a estar encadenado toda la noche.— Se
estiró para algo que no veía Chris y con un ‘click’ la suave lámpara amarilla iluminó el cuarto.
Chris tomó una profunda respiración. Vin seguía desnudo. Y
santo jodido misil, Vin estaba duro.
Vin dejó caer la bolsa naranja en el abdomen cubierto de Chris.
Arqueó una ceja y sacó la caja de condones y el lubricante que los chicos de la agencia habían dejado junto al guardarropa de Chris.
Su estómago se hizo un nudo. ¿Vin lo estaba invitando o
condenando? —Ya sabes lo que son estas cosas. Viste los regalos antes que yo.
La expresión de Vin era inescrutable. Él apoyó sus manos
ligeramente en sus enormes muslos y parecía esperar una
explicación de Chris.
Chris lamió sus labios nerviosamente. Probó las esposas de
nuevo. El ruido rompió el silencio entre ellos.
—Fuiste a mi cuarto,— Vin dijo después de un momento.
—No podía dormir.
—¿Por qué entraste a mi cuarto?
—Pensé que estabas despierto y necesitaba hablar contigo
acerca del caso. Lo juro,— Chris explicó. El presentimiento bordeaba con la preocupación en su estómago.
Vin cruzó sus brazos sobre su pecho e inclinó el mentón.
—Yo, uh…joder hombre, no de esta manera. Al menos
permíteme algo de dignidad mientras hablo contigo.— La molestia le dio a Chris algo de qué sostenerse para pelear con él.
—Estoy esperando. No puedo imaginar nada del caso que te
haga tocarme o comentar sobre mi cuerpo.
Chris buscó en su cerebro alguna explicación que pudiera ser
creíble para Vin. Su silencio respondió culpándolo.
—Pensé en eso después de que te fuiste. No pude encontrar
nada que lo explicara, caso o no caso, eso no parecía sexual. Traté, Tarp. Traté de pensar en alguna posible explicación a eso, y no pude hacerlo. Por eso estoy aquí. Tratando de descubrir la verdad. ¿La vas a decir?— Vin preguntó.
Chris bufó. —Probablemente no te va a gustar.
—Estoy consciente. ¿Qué es lo que tienes que decir?
—Podemos hablarlo en la mañana. Con la mente en claro,
fresco inicio, todo eso,— Chris se evadió. —Y puedes dormir seguro de que no pondré una mano en ti.
—Ya me despertaste. Déjame oírte.
—Bien.— Giró los ojos y jaló las esposas de nuevo .— ¿En serio? — levantando sus muñecas, atrasando lo inevitable.
Cuando Vin no se movió ni alteró la expresión de ninguna
manera, Chris lamió sus secos labios una vez más antes de confesar.
—Soy gay. Como mi pareja pensé que deberías saberlo antes de que nosotros juguemos a la pareja feliz y comenzar a besuquearnos de nuevo.
—¿Por qué el ser gay es un problema?— Vin preguntó directamente.
—Wow. No vas ha hacérmela fácil, ¿no es así?
—No.
—Claro que no. Eso no debería de ser un problema, nunca ha
sido un problema con ninguno de los agentes con los que he
trabajado en casos regulares. Este puede ser mi primer trabajo de encubierto, pero no es la primera vez que trabajo con una pareja. Es un problema ahora, porque me siento demasiado atraído hacia ti y eso me enoja.
—Ignóralo,— Vin dijo. Su expresión se volvió reflexiva.
—Podría jodidamente ignorarlo si tú te mantuvieras lejos de
mis amígdalas y no caminaras alrededor como un dios mediodesnudo, causándome la madre de todas las erecciones. ¿Capisce?
—Capisco. — La pregunta de Vin le dijo que entendía.—
¿Quieres mi culo?
—Es un gran culo,— Chris agregó, débilmente. Y estaba muy
seguro de que Vin estaba de acuerdo con él en eso.
—No me parece eso.
—Toma mi palabra en esto.
Vin se inclinó colocando sus manos a cada lado del pecho de
Chris. —Lo haré.
—¿Ahora me quitas las esposas?— Chris preguntó.
—No.— Vin se movió y sonrió. Sus fríos ojos azules viendo la
cara de Chris reflexivamente .— ¿Por qué me dijiste que me
detuviera cuando te besé frente a la casa?
—¿Has incluso tenido tu pene fajado y tener una erección? Eso estaba jodidamente matándome.
—Pensé que me detendrías anoche.
—No estaba fajado,— dijo Chris, su voz atrapada. Su mirada se deslizó a la boca de Vin .— Joder. ¿Vas a dejar de hacerme
preguntas pronto? Es media noche por el amor de Dios.
—Las inhibiciones se relajan cuando estás fatigado.
—¿A quién estás tratando de desinhibir? ¿A ti o a mí?
Chris preguntó. Las esposas estaban comenzando a cansarlo,
además de la conversación. Vin todo lo que necesitaba era dejarlo ir o decirle qué jodidos quería. ¿No había él ya confesado lo peor?
Como en cámara lenta, Vin bajó la cabeza. Chris sostuvo el
aliento. ¿Iría Vin a explorar su sexualidad o estaba confirmando que el hombre era gay? No iba a dejarse fastidiar. De cualquier modo, dejando aparte las esposas de peluche.
El caliente aliento de Vin tentó los labios de Chris y él relajó la boca para lo que fuera que Vin decidiera darle. Dios, Vin era un jodido sueño húmedo. En el fondo de su maldita cabeza, Chris sospechaba.
Vin dulcemente amoldo sus labios juntos.
Chris gimió, perdido en el calor de la incipiente barba y labios
abiertos, abrió los labios a un caliente gemido. Sus lenguas se
tocaron casi tímidamente antes que acomodaran una boca con la otra. Cuando Vin finalmente quebró el beso y se sentó, Chris se sentía casi mareado como lo había estado la ultima vez, cuando Vin había casi devorado su boca.
—Joder,— Chris murmuró. —Claramente me estás torturando.
—Me gusta eso, ¿a ti?
Él no podía leer a Vin. ¿Qué esperaba lograr con el beso, y por qué jodidos Vin lo estaba atormentando? Si él solo viera la carpa bajo las sábanas, Vin sabría exactamente el efecto que tenía sobre Chris. No era necesaria ninguna pregunta. No es que Chris pudiera rechazar el experimento de Vin.
—No eres un detective observador, ¿no es así?— Chris se burló. Su buen humor fluyó.
Vin arqueó sus cejas. No pareció verlo antes. Como ahora Vin
había aceptado el desafío del beso frente a la casa delante del
vecindario. Joder. Nota para mi mismo: nunca desafíes a Vin y creas que puedas salvar la cara.
Vin dejó su palma en el pecho de Chris. Retiró la bolsa de
regalos y bajó la sábana. Se detuvo en el abdomen. La cabeza del pene de Chris tocaba el dorso de la mano de Vin y dejó una gota de humedad.
Inescrutable, vio fijamente a Chris por un largo momento. Chris estaba en agonía sabiendo lo que él pensaba, o quebrando las jodidas esposas y haciendo que Vin tocara su pulsante pene.
Chris tensó sus mandíbulas. Él no jugaría el juego del gato y el ratón, esperando el tormento físico con el que parecía que Vin iba a continuar. Chris no era de ese tipo. Él hacía que las cosas sucedieran, no esperaba a que sucedieran.
En una prueba de desafío, él pateó las sábanas retirándolas.
Ambos sabían cómo reaccionaba su cuerpo a los besos de Vin. Chris levantó sus caderas mostrándose a si mismo sin inhibiciones.
—Esto,— Chris se mofó, —es lo que se llama un pene erecto.
Vin siseó a través de sus labios abiertos.
El pene de Chris goteaba pre-semen. Cada pulsación era visible con la débil iluminación que caía sobre su eje. Descubierto y estirado, Chris quería que Vin lo usara, satisficiera a ambos.
—¿Vas a darle uso a eso o lo memorizarás para la posteridad?—Chris preguntó.
Una enigmática sonrisa se transformó en una sexy sonrisa en
Vin. Sus ojos brillaban cuando los entrecerró ante una desconocida diversión. —¿Usar eso?
Su grave voz fue directo hacia las bolas de Chris. Vio con
embriagadora anticipación cuando Vin finalmente lo tocó. Su palma frotó el pene de Chris desde la base hacia arriba.
El horror resplandeció junto con el sudor frío.
—Oh ¡mierda!—
Las bolas de Chris se tensaron, abruptamente. Trató de contenerse pero no pudo. El semen salió de su pene esparciéndose en calientes chorros sobre su pecho y la mano de Vin. Chris balbuceaba y gemía con cada chorro que liberaba.
Vin levantó su mano, Viendo cómo el semen brillaba entre sus dedos. —Eso fue fácil.
—¡Joder! No, espera, eso nunca sucede. Lo juro.
—Ahora regreso,— Vin dijo. Se puso de pie y Chris logró ver el pene de Vin, mientras caminaba.
—¿Qué estás haciendo?— Chris preguntó, estirando las peludas esposas para llegar a la tentadora carne masculina. Dios, él quería saborearlo con tanta urgencia.
—¿Qué acerca de mi?— dijo aunque la idea no se le había
ocurrido. —¿Dónde estás?— Chris gritó para que Vin pudiera oírlo desde la recámara. Jodido gigante, lo había dejado en el jodido cuarto aun con las jodidas esposas encadenadas a la jodida cama.
Vin regresó al cuarto, extendió sobre el pecho de Chris una
toalla húmeda. Lo limpió, entonces dobló la toalla y la dejó en la mesa junto a la lámpara.
—No puedes dejarme las esposas toda la noche,— dijo Chris.
—¿Estás seguro?
—Vincent. No jodas dejándome las esposas toda la noche,
hombre.
Vin entrecerró los ojos peligrosamente. —¿Qué fue eso, novato?
—Ya me oíste.— Chris odiaba ese juego. ¿Quién se cree que es; Jolly Green Giant6 actuando en un sádico juego?
Durante un momento Vin se quedó en silencio, pero con un
repentino movimiento acomodó sus manos a cada lado de la cabeza de Chris y lo besó. Su caliente y musculoso cuerpo lo rozaba, su lleno pene se presionaba contra el abdomen de Chris mientras subía y bajaba de él en la cama.
Chris atrapó el labio de Vin con sus dientes, jalando a Vin
cuando trató de retirarse.
—Ow,— Vin murmuró, se oía enojado.
Besó a Chris duro, castigadoramente, lamiéndolo contra sus
dientes hasta que Chris no podía resistirlo. Eso comenzó una danza por la dominación con labios, jadeos, y lenguas como armas.
Acostado con Vin deteniéndolo estaba en desventaja, Chris luchó una batalla perdida. El cuarto giraba y sus oídos zumbaban. Su cuerpo respondió con un familiar dolor.
Oh, Dios, lo quiero.
Vin le daba vida. Sus nervios, su piel despertaba en una intensa ráfaga de nueva pasión que Chris no había sentido con ningún otro amante. Chris quería explorarlo, tocarlo, saborear cada centímetro.
Malditas esposas, tenían que irse.
Vin cepilló con sus dedos el cabello de Chris, retirándolo de sus mejillas. Mordisqueó los labios de Chris; duro y juguetonamente, pero no lo suficientemente duro para lastimar, la sangre de Chris estaba ardiendo con desesperación. Vin dejó de atormentar su labio, repentinamente bajó a chupar su cuello, entonces encajó sus dientes en la clavícula de Chris mientras pasaba sus manos hacia arriba por sus brazos.
Entrelazando los dedos, calmó la carne de Chris mientras
bajaba más allá rodándose a su despejado pezón. Chris se movía. Su gemido desgarró desde lo profundo de su alma con un grito que despertaría muertos.
—Quiero tocarte,— Chris rogaba entre jadeos.
Vin se rió, un bajo sonido que hizo que el pene de Chris se
moviera. —Lo sé.
Él pasó su mano por el estirado torso de Chris, temporalmente volteando sus cosquillosos costados en una zona sensual desconocida.
—Por favor.
—Cállate. Estoy ocupado.— Vin se desvió, no perdía un
centímetro del pecho o los hombros de Chris con sus curiosas
manos. Algunas veces alteraba presión de la punta de su dedos con suaves caricias, agradables masajes con roces de sus uñas.
Chris se retorcia contra las esposas. Su voz salio en un grito con toda la boca abierta cuando Vin se daba un festín con su pezón, tomándolo y jalándolo entre los dientes. Oh, Dios, el sexo duro nunca se había sentido tan bien.
Vin se aventuró a bajar. Tomó el pene de Chris y lo bombeó
rápidamente haciendo que Chris se moviera de necesidad. Sus ojos hacia atrás, él vagamente consciente de las manos, labios, dientes y pene hacia el sublime placer de su liberación, apenas notó cuando el frío gel tocó su culo.
Un dedo y luego dos lo empalaron, jodiéndolo rítmicamente en sincronía con el movimiento sobre el lleno pene de Chris.
—Oh, ¡Dios! Oh mi jodida…Voy a jodidamente correrme.
Vin se rió traviesamente, terminando el tratamiento y por
segunda vez, Chris se derramó. Sus caderas se levantaron de la cama, su cuerpo se tensó alrededor de los dedos de Vin y Chris dejó caer la cabeza dentro de un grito de dicha.
Chris se derritió. Vin retiró sus dedos y siguió ordeñando el
pene de Chris. Un lejano ruido llegó a sus oídos. Tardó un par de segundos en reconocer la envoltura de un condón al desgarrarse y Vin empujó sus rodillas contra el trasero de Chris.
—Mi turno, novato.
El súbito golpe del pene golpeando su culo y bolas causó que
Chris regresara a la vida. Vin se empujaba hacia delante. Él se
deslizó casi todo el camino y se salió, mientras el cuerpo de Chris trataba de aferrarse a su premio. La pérdida no duró mucho. Vin se empujó hacia delante y lentamente hacia fuera, golpeando la próstata de Chris con cada bien dirigido empuje.
Chris apenas y podía sostenerse. Bombardeado de sensaciones y lujuria, se aferró a lo que conocía. Vin-sexy, silencioso, maniático-en-la-cama, detective-jodiendo su necesitado cuerpo perfectamente.
¿No hizo nada mal?
El pene de Vin parecía hincharse en su interior. Chris envolvió sus dedos alrededor de la cabecera, sosteniendo su cuerpo firme cuando Vin necesitara tomar en su demandante marcha. Como el de Chris, el cuerpo de Vin brillaba a la luz de la lámpara en su frenética cópula.
—Duro,— Chris gimió.
Vin chocaba dentro de él, sus cuerpos se presionaban en esa
área gris entre el placer y el delicioso dolor. Con un violento grito Chris sintió que se tensaba, Vin lanzó la cabeza hacia atrás jodiendolo cuando la ola de su orgasmo lo recorrío como una poderosa tormenta.
Chris lo veía fijamente totalmente deslumbrado. La imagen de su amante, tenso, brillante, sus ojos cerrados y sus labios curvados en el momento del orgasmo se quedaría impreso en su memoria para siempre.
Varios estremecedores empujes después, la cabeza de Vin cayó hacia adelante. Trabajando para respirar, jadeando juntos como místicos amantes drenando al otro por derecho propio.
Sin palabras, Vin se salió. Tomó la toalla y limpió el pecho y
abdomen de Chris, entonces cuidadosamente limpió el pene y culo de Chris. Un amoroso gesto de consideración, sin duda.
Chris no sabía si sonreír, reír o cuestionar qué había sucedido, así que no dijo nada cuando Vin fue al cuarto de baño. El agua corría en el cuarto de al lado y enjuagó la toalla varias veces, entonces cerró el grifo. Vin regresó limpio y gloriosamente desnudo.
Limpió de nuevo el cuerpo de Chris antes de dejar la toalla en la mesa.
Chris esperó a que Vin dijera algo.
Podría estar abrumado. Esa jodida fue ¡asombrosa!
Quizás Vin también lo creía. Le tomó un tiempo lo que Chris
consideró como una sonrisa.
Vin buscó en el interior de la bolsa y sacó un pequeño juego de llaves en un anillo. Abrió las esposas. Chris hizo un gesto de dolor mientras sus brazos caían y se frotaba los tensos músculos. Tenía la sensación que estaría adolorido en más lugares que ese mañana… o hoy. Lo que sea.
Él casi había renunciado a la esperanza de una conversación
cuando Vin se sentó a la altura de su cadera. Se inclinó como lo había hecho antes, pero esta vez, Chris hundió sus dedos en el cabello de Vin y lo jaló hacia abajo. Vin se dejó tomar, besando a Chris con una suave y cariñosa succión.
Él tomó las muñecas de Chris y las forzo a regresar a la
almohada.
—¿Qué?— Chris frunció el ceño.
Vin selló sus labios con un último beso. —Buenas noches.—
Alcanzó la lámpara y apagó la luz.
—¿Qué jodidos?— Chris gritó, buscando a tientas a Vin con sus adoloridos brazos.
—Tal vez no apeste estar atado a un novato después de todo,—Vin dijo, evadiéndolo fácilmente y caminando hacia la puerta.
NO SE SI GRITAR DE EMOCION POR LO ESPECTACULAR DEL CAPITULO O GRITAR DE RABIA POR CULPA DE VIN ( POR FAVOR DÍGANME QUE USTEDES TAMBIÉN LO QUIEREN MATAR)
Lo quiero matar, me encanto, gracias...
ResponderEliminarNo entendi el final... Xq matar? no lo entiendo.... Alguien me puede explicar.. X'D
ResponderEliminarGracias x los cap.. :)
El querer matarlo es una expresión mía es que me dio bronca la forma en la que se va de la habitación y deja allí a Chris todo confundido
EliminarAaaah, entiendo.. XD
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